Redacción
Fotografía: Imago7
Guillermo Ochoa, uno de los mejores guardametas que México ha tenido, nunca pudo dar el salto determinante a un club de elite en Europa, el futuro y sueño del guardameta mexicano se vieron frustrados a raíz de un simple trozo de carne.
Algunos equipos por los que tuvo paso en Europa el guardameta de la Selección fueron el Granada, Standard de Lieja, Ajaccio, Mallorca, pero a pesar de que había rumores de tratos con equipos más grandes, su fichaje no pudo culminarse, por lo que finalmente tuvo que regresar al América en 2019.
Durante una entrevista realizada en el canal de Jorge El Burro Van Rankin, Memo contó la historia que explica lo sucedido, y es que Ochoa, ya tenía un preacuerdo firmado, que un caso de dopaje terminó por destruir.
Todo sucedió en el 2011, la Selección Mexicana durante su concentración para la Copa Oro, Guillermo Ochoa y otros jugadores consumieron carne con clembuterol, una sustancia que es inyectada al ganado para hacer engordar, por lo que el portero dio positivo a dopaje, noticia que llegó hasta Francia.
“Pudo ser diferente. Sucedió en 2011, estábamos en la etapa de preparación con la Selección y no sabíamos nada sobre el clembuterol, que es una sustancia que se les inyecta a las vacas. Fue injusto. Fue algo que estaba fuera de mi control y afectó mi carrera, mi futuro. Pude firmar con el PSG, ya teníamos todo arreglado”
“Todas mis negociaciones fueron bloqueadas. El único equipo que mantuvo el contacto fue el Ajaccio. El presidente Orsoni me fue leal hasta el fin. Mi decisión fue deportiva, quería descubrir al Ajaccio y Francia. Estuve 3 años y no lamento para nada haber ido”