
Redacción
La dinastía Chávez se rehúsa a morir. En medio de uno de sus momentos más complicados, Roberto Chávez Jr. de 18 años de edad, sobrino del mítico Julio César Chávez, se estrenó como profesional con una victoria que devuelve esperanza a la afición del boxeo mexicano.
El joven pugilista sinaloense, de la división Mínimosca, venció por decisión unánime a Richy Robles en una pelea pactada a cuatro rounds dentro del Polideportivo Juan S. Millán, en Culiacán, Sinaloa. El ambiente fue de fiesta para la afición local, que no dejó de corear su apellido.
Un respiro para la dinastía
El debut triunfal de Rberto Chávez Jr. llega justo cuando el apellido Chávez atraviesa uno de sus capítulos más oscuros. Julio César Chávez Jr., primo de Roberto, primero fue noticia por su derrota ante Jake Paul el sábado pasado, y apenas días después volvió a ser tendencia tras ser arrestado por el ICE en Estados Unidos.
Ahora, el hijo del Gran Campeón enfrenta un proceso de extradición a México, acusado de supuestos vínculos con el Cártel de Sinaloa y de otros delitos graves como tráfico de armas y municiones, según confirmó la Fiscalía General de la República (FGR). Estos hechos han golpeado duramente la imagen de la dinastía Chávez, que hasta hace unas décadas era sinónimo de orgullo para el boxeo nacional.
Un nuevo Chávez, una nueva cara
Por eso, la primera victoria de Roberto representa mucho más que un simple 1-0. Es el símbolo de que hay una generación dispuesta a limpiar y rescatar ese legado que tantos triunfos le dio a México. Con el respaldo y los consejos de su legendario tío, Julio César Chávez González, Roberto tiene claro su objetivo: hacerse un nombre propio sin olvidar de dónde viene.
Después de la pelea, el joven sinaloense no pudo ocultar su emoción y agradecimiento por el apoyo de su gente.