Redacción
Fotografía: AFP
El deporte ruso ha sido objeto de polémicas en los últimos años. En la actualidad, la invasión por parte de Rusia a Ucrania ha obligado a todas las organizaciones internacionales a tomar partido. El Comité Olímpico Internacional ha sido duro, añadiendo una nueva sanción a la larga lista de castigos que ha recibido Rusia en materia deportiva.
El antecedente más próximo de esas sanciones sucedió apenas hace tres años, en 2019. La Agencia Mundial Antidopaje (WADA) suspendió a Rusia tras el descubrimiento de un sistema de dopaje sistemático en el que las autoridades deportivas y gubernamentales estaban en colaboración para crear «atletas campeones».
El deporte ruso sufre una de las mayores sanciones de la historia del deporte que se puede comparar con la que tuvo Sudáfrica del apartheid entre las décadas de los 60′ y 70′, además de la que recibió Alemania en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
En esta ocasión, los problemas de dopaje han quedado del lado y el COI ha decidido sancionar a Rusia.
Justo un día antes del inicio de los Juegos Paralímpicos de Invierno de Pekín, los organizadores de la cita, en contacto con el Comité Olímpico Internacional, tomaron la decisión de expulsar las delegaciones de Rusia y Bielorrusia como método de presión.