Redacción
Los Kansas City Chiefs dedicarán algunos minutos antes de su partido inaugural de la temporada contra los Baltimore Ravens para conmemorar su reciente victoria en el Super Bowl. En una ceremonia especial en el Arrowhead Stadium, exjugadores estarán presentes mientras Clark Hunt, dueño del equipo, izará el banderín conmemorativo del campeonato en lo alto del ala oeste del estadio.
Sin embargo, es poco probable que los Ravens disfruten del espectáculo, ya que Kansas City los eliminó en la final de la Conferencia Americana hace siete meses, arrebatándoles la oportunidad de disputar el título. En su lugar, los Chiefs avanzaron para vencer a los 49ers de San Francisco, logrando su segundo campeonato consecutivo y el tercero en cinco años.
Este enfrentamiento entre los gigantes de la Conferencia Americana marcará el inicio de la temporada regular de la NFL.
Lamar Jackson, quien fue nombrado Jugador Más Valioso por segunda vez la temporada pasada, comentó: «Cada partido es una revancha para mí, no importa quién sea el rival. Solo quiero ganar». Sin embargo, Jackson tiene un historial de 1-4 contra Patrick Mahomes y los Chiefs, incluyendo la derrota 17-10 en enero, donde Kansas City limitó a los Ravens a un solo gol de campo en los últimos tres cuartos del partido.
«Nosotros no estamos enfocados en vencer a alguien en particular, y estoy seguro de que ellos tampoco», señaló el receptor de los Ravens, Rashod Bateman. «Ellos nos derrotaron claramente el año pasado, y simplemente vamos a salir a jugar fútbol nuevamente el jueves por la noche».
Para Baltimore, la revancha podría servir como motivación, ya sea para buscar un boleto al Super Bowl o para acallar a la ruidosa afición de Kansas City. En cuanto a los Chiefs, su objetivo es claro: hacer historia. Ningún equipo ha ganado tres Super Bowls consecutivos, pero Kansas City parece tener lo necesario para conseguirlo.