Redacción
El Rey, Saúl «Canelo» Álvarez, no tuvo problemas para seguir con la corona en casa, y con jerarquía, pero sin nocaut, retuvo los títulos de la AMB, CMB, OMB y FIB de peso supermediano al vencer al británico John Ryder por decisión unánime, en su gran presentación en el Estadio Akron.
Canelo lució ante su gente
En lo que fue la pelea 63 para el pugilista tapatío, llegó a 59 victorias y seguir como el campeón del mundo, esperando ya a su siguiente rival. Esta vez los jueces notaron su gran supremacía para presentar tarjetas de 119-109 (x2) y 120-109.
La noche en el Estadio Akron fue mágica para el Canelo, pues ante su gente se llevó el triunfo contra un Ryder que le puso el pecho a las balas y resultó un gladiador indomable hasta llevar el encuentro a las tarjetas, a pesar del daño que recibió.
Tras salir rumbo al ring con la canción “El Tapatío “, Álvarez Barragán puso manos a la orden y desde el primer round comenzó a soltar golpes, al igual que el británico, por lo que fue un episodio parejo.
Para el segundo, el público en el Akron comenzó a corear el ‘Cielito Lindo’ sobre las gradas de la casa de las Chivas, y el pugilista respondió con un golpe bueno que puso a temblar a Ryder, que se mantuvo de pie.
De a poco, Canelo comenzó a poner barrera y en el tercer asalto puso a Ryder sobre las cuerdas para darle un par de buenos golpes, entre ellos un upper, que fueron bien recibidos por el retador del tapatío.
Canelo, muy superior
La gente fue apoyando más al Canelo, que fue más punzante en sus golpes, por lo que el cuarto round fue totalmente para él con dos puñetazos exactos que mermaron al británico.
Fue hasta el quinto episodio cundo Ryder visitó la lona negra del ring del Estadio Akron, aunque logró reponerse para continuar con el encuentro; posteriormente el europeo metió un golpe que no movió al Canelo
En el sexto Canelo estuvo a punto de volver de poner de nuevo en la lona a Ryder, con un potente golpe que puso a trastabillar al visitante.
El séptimo round fue un poco más flojo, intercambio de golpes sin que pudiera en peligro la pelea para Ryder, quien en el octavo asalto respondió con dos puñetazos que le valieron la ira del tapatío, que de nuevo puso al europeo en el suelo.
Para el noveno asalto, el público coreó “Hermoso Cariño”, de Vicente Fernández, y Canelo salió con ganas de acabar la pelea y puso en predicamentos a Ryder, que ya mostraba las huellas de la batalla en su rostro.
Canelo, cerca del cloroformo
La afición motivó al Canelo para el round 10 y le coreó el “México, México” a la espera de que el tapatío mandara a Ryder a la lona por tercera ocasión, lo que no se dio.
La gala boxística se alargó a los 12 rounds; en el último episodio, Ryder salió por todo, ya que sabía que la pelea la tenía perdida ante las dos caídas.
Esto lo aprovechó Canelo, que lo subió castigando pero no pudo noquear y todo se fue a decisión. En las tarjetas, tal y como sucedió en el ring, el Canelo fue quien mandó y se llevó la pelea con registros de y esto provocó la algarabía de los presentes y que el cielo zapopano se iluminara con fuegos artificiales.
Era el regreso del ídolo a casa, tras 12 años y qué mejor forma de festejarlo: con el triunfo.
