Redacción
El esloveno Tadej Pogacar cimentó su estatus como la gran estrella del ciclismo con un devastador ataque en solitario para ganar la carrera de ruta masculina del campeonato mundial.
El tres veces campeón del Tour de Francia tomó la delantera a poco más de 50 kilómetros (31 millas) del final. El esloveno de 26 años parecía estar llorando tras cruzar la línea de meta en Zúrich, llevándose la mano sobre boca, luego cubriendo su rostro con ambas manos antes de elevar sus brazos al cielo.
Cruzó la meta 34 segundos por delante del australiano Ben O’Connor, y 58 sobre el campeón defensor Matheiu van der Poel. El neerlandés acabó tercero en un sprint superando al letón Toms Skujins y al corredor belga Remco Evenepoel.
“Puse mucha presión sobre mí para hoy. La carrera fue bastante rápida”, dijo Tadej Pogacar.
“Nunca me rendí. Fue un día increíble, no puedo creer que esto haya sucedido”.
Pogacar completó un inusual triplete de conquistas con el Mundial, el Tour y el Giro d’Italia el mismo año. También ganó la prestigioso clásica Lieja–Bastoña–Lieje, y la Strade Bianche, ambos con similares ataques en solitario.
“Después de muchos años luchando por el Tour de Francia y otras carreras, yo nunca tuve el campeonato mundial como una meta clara, pero este año todo se dio en armonía”, dijo Pogacar. “Tras la temporada perfecta realmente era un gran objetivo ganar el campeonato mundial y no puedo creer que haya sucedido”.
El domingo tuvo un prestigioso compañero de equipo en la ruta: su compatriota Primož Roglic, el cuatro veces campeón de la Vuelta a España.
Pero no lo necesitó y fue el francés Pavel Sivakov, quien acompañó a Pogacar al hacer una fuga a 100 kilómetros (62 millas) de distancia.
“No sé en qué estaba pensando”, dijo Tadej Pogacar.
“Pero siguió la corriente y con suerte pude hacerlo”.
El pelotón – encabezado por un decidido Van der Poel – intentó contraatacarlos con aproximadamente 70 kilómetros por recorrer.