
Redacción
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El campeón de 22 Grand Slams anunció que tampoco podrá disputar el torneo del Principado, donde ha sido 11 veces campeón, que estaba fijado como punto de partida para la gira de tierra en la que esperaba estar a punto para acabar desembocando en Roland Garros y en los Juegos de París (desde el 26 de julio), que se celebran en el escenario de sus 14 éxitos.
Nadal empezó 2023 con una lesión en el psoas ilíaco de la pierna izquierda que le hizo borrarse, como un efecto dominó y de uno en uno, nunca de un tirón, de Doha, Indian Wells, Montecarlo, Barcelona, Mutua Madrid Open y Roma.
“Están siendo tiempos difíciles para mí deportivamente hablando. Desgraciadamente, os comunico que no voy a jugar en Montecarlo. Simplemente, mi cuerpo no me deja”, escribió el mallorquín en un mensaje de tono preocupante.
Nadal (37 años) jugó en Brisbane en enero después de casi un año parado. Allí mostró un gran nivel en tres partidos, pero una microrrotura muscular en la cadera izquierda a la que se quitó importancia le dejó fuera del Abierto de Australia.
La siguiente meta se la puso en Indian Wells, pero tampoco fue capaz. “No me encuentro listo para jugar al más alto nivel”, se excusó entonces.
Nadal, que no ha dejado de entrenarse en ningún momento, está empeñado en elegir la fecha de su adiós y que no se la dicte su baqueteado cuerpo. Pero parece no dar más de sí. “Da igual ser optimista o no optimista; soy realista. Hace un año y medio o dos que se me está haciendo imposible competir, con lo cual el primer objetivo es intentar hacerlo. Es mucho tiempo, tengo una edad y una carrera detrás muy larga”, recordaba.