Redacción
Fotografía: Getty Images
Un día después de celebrar con el Real Madrid su Orejona 14, Rafael Nadal se metió a la arcilla de Roland Garros para deleitar con un juegazo en contra de Felix Auger-Aliassime.
Triunfo para el tenista español, luego de cinco sets (3-6, 6-3, 6-2, 2-6 y 6-3), en cuatro horas y 21 minutos, pues su rival en turno, en los Octavos de Final, resultó en uno muy competitivo, y ahora se medirá en Cuartos al serbio Novak Djokovic.
Y Rafa, en una de las entrevistas posteriores al juego, se dijo satisfecho con su actuación, sobre todo, porque le tocó sortear una prueba por demás complicada, y ello siempre eleva su nivel, como se vio en territorio galo.
El balear, a sus casi 36 años, volvió a deslumbrar como antaño, de ahí su marca impresionante en este torneo: 109 partidos ganados y sólo tres perdidos.
Y este domingo, ante el canadiense de 21 años, quien ocupa el sitio nueve en el ranking ATP, desempolvó su mejor versión durante varios lapsos del encuentro. Para el ibérico fue apenas su tercer juego desde que se presenta en este certamen, resuelto en cinco episodios, porque el oponente justificó el puesto que actualmente ocupa en la clasificación mundial.