
Redacción
En las próximas semanas, el Vaticano vivirá un momento crucial, pues un nuevo cónclave se aproxima y con él, la posibilidad de una transformación histórica en el liderazgo de la Iglesia católica y uno de los nombres que más resuena entre los muros del Vaticano es el del cardenal filipino Luis Antonio Tagle.
Conocido popularmente como el “Francisco asiático”, Tagle ha sido durante años una figura clave en la estructura pastoral y caritativa de la Iglesia. Su cercanía con las causas sociales, su carisma sencillo y su estilo de liderazgo humilde lo han colocado entre los favoritos para suceder a Francisco.
¿Quién es Luis Antonio Tagle?
Ordenado arzobispo de Manila en 2011, Tagle fue llamado por el papa Francisco en 2019 para liderar el Dicasterio para la Evangelización, uno de los puestos más influyentes del Vaticano, donde ha trabajado codo a codo con iglesias en países en desarrollo.
También fue presidente de Cáritas Internacional, aunque una reestructuración reciente de esa organización generó cuestionamientos sobre su capacidad administrativa, lo que culminó en su salida del cargo.
Sin embargo, su influencia va más allá de lo estructural. Monseñor Pedro Quitorio, portavoz de la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas, ha destacado su estilo de vida sencillo, pues viaja en clase turista, toma autobuses públicos y suele caminar para visitar a las comunidades.
Además, Tagle ha demostrado gran destreza en el uso de redes sociales, organizando en 2012 la primera cumbre católica sobre el tema en su país y promoviendo la espiritualidad digital como una misión de la Iglesia moderna.
¿Cuál es su trayectoria?
Luis Antonio Gokim Tagle nació el 21 de junio de 1957 en Manila. Estudió teología sistemática en la Universidad Católica de América en Washington, donde se doctoró con honores. A su regreso a Filipinas, se desempeñó como rector, párroco, docente y guía espiritual, labores que cimentaron su reputación como un líder comprometido con la educación, el diálogo y la inclusión.
Mientras se afina la logística del próximo cónclave, el nombre de Tagle representa algo más que una candidatura: simboliza la posibilidad de un papa que refleje el nuevo rostro del catolicismo global.
La Iglesia católica, con desafíos cada vez más complejos y una feligresía en transformación, podría encontrar en él a un líder capaz de combinar tradición, cercanía y renovación.