
Redacción
Apenas dos fechas duró Liam Lawson en Red Bull. El neozelandés fue ungido como titular del equipo de las bebidas energizantes para ocupar el puesto que dejó libre el cortado Checo Pérez. La falta de resultados del mexicano en la segunda mitad de la temporada 2024 llevó a los popes del equipo a romper el contrato firmado en mayo y abrir la chequera (la rescisión le costó 18 millones de euros al team austríaco). Lawson fue subido desde Racing Bulls a Red Bull, pero tras dos carreras, en pistas en las que jamás había corrido, desde Milton Keynes decidieron dar un golpe de timón, devolver al oceánico a la segunda escudería y darle su lugar a Yuki Tsunoda. Todo el movimiento sorprendió a Lawson.
«Para ser sincero, fue un shock. No lo vi venir», dijo el ahora piloto de Racing Bulls en declaraciones a Sky Sports F1. «Las conversaciones que mantuvimos no iban realmente en esa dirección, así que definitivamente no era algo que me esperaba», agregó.
Lawson no sumó puntos en las dos competencias que disputó (Australia y China) y no logró superar la Q1 en las tres clasificaciones disputadas (en Shanghái hubo sprint). Las actuaciones llevaron a Helmut Marko y Christian Horner a tomar la determinación de hacer un cambio en la alineación de pilotos del team principal para aumentar las chances de sumar unidades en el Mundial de Constructores y ayudar a Max Verstappen, según ellos mismo confesaron. ¿Podrá Yuki dominar el RB21? Suzuka tendrá las respuestas. Mientras tanto, Lawson aseguró que necesitaba más tiempo para acostumbrarse al auto.
«Con más tiempo, especialmente en circuitos en los que ya estuve antes, podría haberme familiarizado. Fue un comienzo difícil. Tuvimos un test complicado y un primer fin de semana difícil en Melbourne con los entrenamientos. Y luego, por supuesto, China fue un sprint», se defendió el neozelandés. “Creo que me habría ayudado conducir en lugares que conozco, porque el coche era bastante complicado y me habría gustado aprovechar esa oportunidad. Pero no es mi decisión, así que estoy aquí para aprovechar al máximo esta oportunidad».
Lawson no le echa la culpa al auto ni a su estilo de conducción. “Para mí no fue nada de eso. Me faltó tiempo de familiarización. El auto es difícil de manejar. Para mí es una cuestión de tiempo. En cada sesión me tenía que acostumbrar a algo desconocido. Es un cambio y uno tuve tiempo de hacerlo”.
El neozelandés tiene apenas 13 carreras en F1 y ya pasó por uno de los equipos principales y fue degradado a Racing Bulls. Un ritmo demasiado frenético para un joven de 23 años, quien deberá mostrar su fuerza mental y templanza para superar este momento y poder reencauzar su carrera en el Mundial.