
Redacción
La lucha libre mexicana ha tenido a grandes ídolos a lo largo de su historia, y uno de ellos es Sergio Gutiérrez Benítez, mejor conocido como Fray Tormenta.
El nacido en San Agustín Metzquititlán, Hidalgo, tiene una peculiar historia, la cual comenzó lejos de cualquier ring.
Fue drogadicto, sacerdote e hizo historia en la lucha libre
Fray Tormenta se sinceró sobre la vida que llevó debajo del ring, en donde fue drogadicto, vicio del que le costó mucho trabajo salir, pero el convertirse en sacerdote, fue su mejor escapatoria.
“Llevé una vida muy tormentosa dentro del alcoholismo y drogadicción. Un día vi que estaba abierta una iglesia, entro, el padre estaba confesando y le dije, ‘quiero que me ayude, soy drogadicto’”
El sacerdote hizo caso omiso a la petición de Fray Tormenta, quien no dudó en responder: “si hubiera sacerdotes chidos, que se preocuparan por nosotros, cambiaríamos”.
Fue así en como pensó en meterse de sacerdote, además de que fue algo que le había dicho a su madre. Una vez convertido en cura, viajó a Roma y España, para posteriormente volver a México, trabajando en ciudades como Veracruz, Puebla y Texcoco.
Su etapa como luchador
Después de su vida religiosa, deicidio incluir algo en su vida: la lucha libre, inspirándose en la película mexicana ‘El Señor Tormenta’, en donde precisamente un sacerdote se convierte en luchador.
Sus inicios fueron complicados, no solo en temas económicos, sino que también tuvo que ocultar que era sacerdote y en la Iglesia, que era luchador, pues no quería tener problemas en ninguno de los dos lados.
Su secreto no fue eterno, y una vez que fue revelado, en ambos lados le permitieron continuar e incluso, su historia llegó hasta el papa Juan Pablo ll, quien dijo en alguna ocasión que “ojalá hubiera muchos Fray Tormentas en la Iglesia“.
Fray Tormenta perdió la vista hace un año
Hoy, con 79 años, el exgladiador ya no puede ver, pues perdió la vista hace un año, a causa de problemas con la glaucoma; sin embargo, eso no le ha impedido que su vida siga ligada a la lucha libre y a la Iglesia.
Actualmente, acude a firmas de autógrafos y Fray Tormenta Jr. representa su legado arriba del ring, además de que vende sus productos. Ya no es sacerdote, pero si alguien lo llama para una misa, acude.