Redacción
Donald Trump, expresidente de Estados Unidos (EU), aseguró la semana pasada que será arrestado este martes y llamó a sus seguidores a manifestarse para apoyarlo, sin embargo, Bloomberg dice que no lo llevarán esposado ante las cámaras de televisión ni será enviado a prisión.
De acuerdo con una fuente familiarizada con el tema, en caso de que Donald Trump sea acusado de organizar un pago de 130 mil dólares a la actriz porno Stormy Daniels, la forma en que las fuerzas del orden responden es que procesen al exmandatario como cualquier otro acusado en la historia de EU.
¿Qué le harían a Donald Trump?
Según las fuentes citadas por Bloomberg, al exmandatario estadoundiense, solo le tomarían las huellas dactilares y una foto para los registros policiales, pero no al grado de llevarlo esposado o bien enviado a prisión.
“Problemente permanecerá bajo la custodia de los agentes del Servicio Secreto asignados a su protección”, destacó la persona consultada por la agencia.
Ser expresidente le da lugar a un trato distinto
El exfiscal federal estadounidense citado por la agencia de noticias, Temidayo Aganga-Williams, indicó que su condición de expresidente, para bien o para mal, dará lugar a un trato algo diferente al magnate republicano.
También las mismas fuentes aseguran que han señalado a la cadena Fox que las fuerzas del orden no esperan que Donald Trump sea procesado hasta la siguiente semana, debido a que el jurado tiene programado escuchar otro testigo del caso este miércoles 22 de marzo.
Obstáculo para luchar por la Presidencia
Según los analistas en EU coinciden que esto afecta los intentos de Donald Trump de luchar por la Presidencia de aquel país.
Cabe recordar que Trump podría ser acusado por el presunto delito grave de falsificación de registros comerciales y de violar las leyes de financiación de campañas al organizar un pago de 130 mil dólares a la actriz de películas para adultos Stormy Daniels a través de su entonces abogado, Michael Cohen.
Finalmente, en caso de que incriminen a Donald Trump, sería la primera vez que se formulan cargos contra un expresidente estadounidense y podría terminar con sus sueños de volver a buscar la presidencia en 2024.
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