Redacción
Lo sucedido este Lunes por la noche en el encuentro entre los Bengals de Cincinnati y los Bills de Buffalo, a pesar de que Damar Hamlin sigue peleando por su vida, puede ser considerado como un evento trágico en la historia de la NFL.
Las supuestas “mejoras” en la respiración de Hamlin dan al mundo de la NFL y del deporte en general un rayo de esperanza, con toda la liga unida por el deseo del bienestar del jugador.
De los tantos sustos que ha habido a lo largo de la historia de la NFL, solo uno terminó en una auténtica tragedia, pues en el año de 1971 Chuck Hughes, un receptor de los Leones de Detroit, perdió la vida dentro del campo de juego.
Se disputaba el partido entre los Leones de Detroit y los Osos de Chicago cuando a un minuto del final Hodges cayó desbalanceado, acto seguido el linebacker Dick Butkus pidió asistencia inmediata debido a la condición de evidente emergencia que vivía Hodges.
Inmediatamente los cuerpos médicos ingresaron al campo, intentando por todas formas salvar la vida de Hughes, quien al ser trasladado al hospital Henry Ford de la ciudad de Detroit dejó un silencio lúgubre en el estadio, siendo declarado muerto a debido a un coágulo de sangre en las arterias generado por una arteriosclerosis avanzada que sufría en las arterias coronarias.
El partido fue reanudado sin saber la condición exacta en la que se encontraba Hughes, peleando por su vida mientras que el público no pudo disfrutar del todo el minuto restante del partido, fórmula que no replicaron este lunes en el partido entre Bills y Bengals al posponer el partido de manera correcta, pues la vida humana siempre es primero que cualquier otra cosa.
La situación con Damar Hamlin es complicada, sin embargo su familia y equipo se mantienen unidos para pedir por el bienestar del jugador, que poco a poco acumula oraciones y buenos deseos para que este vuelva a estar estable lo más pronto posible.