Redacción
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Alemania acabó este jueves con el grandísimo papel de la selección letona en el Mundial de baloncesto con una sufrida y trabajada victoria (81-79) que se cuajó en el último cuarto y con la que selló su pase a semifinales, en las que se medirá a Estados Unidos.
Ya está definida la primera semifinal del Mundial. Alemania está de vuelta a esa ronda 21 años después de la última vez, aquella contra Argentina en Estados Unidos 2002. En esta ocasión llegará invicta (5 victorias) al reto mayor de acabar con el favoritismo norteamericano, que después de perder ante Lituania arrasó a Italia y alcanzó el partido previo a la gran final. Eso sí, para lograrlo, Alemania sufrió ante Letonia mucho más que en sus anteriores partidos, en los que su dominio fue abrumador.
Y es que Davis Bertans tuvo en sus manos el histórico pase a semifinales con un triple sobre la bocina que se topó con el aro. Un tiro que silenció por primera vez a la mayoría letona, que se encargó de dar color a la sede de Indonesia y que no falló en su traslado a Manila (Filipinas). Fue la primera participación de su país en un Mundial y alcanzaron los cuartos de final ante la Alemania de Dennis Shroder habiendo perdido la condición de sorpresa por el camino por sus sólidas actuaciones.
Porque a nadie le pudo pillar desprevenido el gran inicio letón en el Mall of Asia de Manila. Un torrente de juego y una precisión clínica desde la línea de tres con un juego exterior perfectamente engrasado. Pero es que ni aún sabiendo cómo juega esta Letonia parece haber remedio, al menos en los primeros compases.
Así lo sufrió Alemania, como en su momento lo sufrieron España, Francia, Canadá o Brasil. El marcador marcaba 3-13 en el minuto cinco tras un parcial de 0-11. Davis Bertans, con tres triples en el primer cuarto, lideró al ofensiva letona siempre escoltado por los incansables Rolands Smits, sostén en defensa, y Arturs Zagars, omnipresente.
Pero Alemania, que en los tres últimos partidos mundialistas había alcanzado los 100 puntos, no se asustó, consciente de que tenía herramientas para frenar la hemorragia. Lo consiguió, de hecho, sin su estrella, un Shroder que no pudo con el muro letón (13-16) hasta el tercer cuarto.
Mantuvo el buen momento Alemania en el segundo cuarto y se puso por delante en el marcador por segunda vez en el choque con un mate de Mortiz Wagener que obligó a pedir el tiempo muerto a los letones, que, pese a haber frenado a Shroder, sin anotar en todo el primer tiempo, se fueron superados en el marcador (36-34).
Trece intentos necesitó Schroder para inaugurar su registro anotador. Llegó en el tercer cuarto su primera canasta, justo en el momento clave del partido, justo cuando comenzó el intercambio de golpes. Nadie consiguió aumentar el rédito, el marcador se mantuvo parejo al final del tercer cuarto (62-59) con Bertans sosteniendo desde la línea de tres. La igualdad máxima hacía prever un último cuarto de infarto.
Intentó evitarlo Alemania con un arranque espectacular en el que en menos de dos minutos rubricó un parcial de 8-0 clave (70-59). Pareció que era suficiente, pero Letonia volvió a demostrar que siempre fue algo más que una sorpresa. Recortó, apagó el ataque alemán con un parcial de 0-8 y con dos canastas espectaculares de Zagars (24 puntos) redujo la distancia a dos puntos (81-79). Shroder falló y la última posesión fue par Letonia. Bertans, el más acertado desde el arco, se jugó el triple del partido sin éxito.
Alemania acabó con el sueño letón. Una trabajada victoria sin su estrella, un Dennis Shroder minimizado por la defensa báltica, que le permite volver a una semifinal, 21 años después, en la que se medirá a la todopoderosa Estados Unidos.
