
Redacción
La empresa Espectáculos Taurinos Monterrey, propietaria de la Monumental de Aguascalientes, colocó mediante una carta notariada, los sellos de agotado el boletaje en las taquillas de la plaza, dos horas antes del inicio de la corrida.
La expectación era mayúscula, el mano a mano de las dos figuras y la emoción por el blindaje de la fiesta y celebrar la libertad fueron los factores que llevaron a los aficionados a adquirir hasta el último boleto disponible.
Todo estaba repleto. Un lleno histórico que marca el destino de la fiesta brava y que debería hacer voltear a las autoridades de otros estados, incluyendo la propia Ciudad de México, para reconocer que la fiesta no sólo es parte de la vida misma de los mexicanos, sino que en torno a ella hay economía, tradición, cultura e identidad.