Redacción
fotografía: Conade
Una de las amazonas más destacadas de la nueva generación, es Nicole Meyer Robredo, quien pasó a la historia de la hípica mexicana al conseguir una medalla de oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018, en la modalidad de salto, y ahora se ha trazado un nuevo reto a lomos de “Nantelle”, una yegua de nueve años; cuenta con experiencia para conquistar los Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador 2023.
“Estamos muy bien preparadas mi yegua “Nantelle” y yo, para estar en los Centroamericanos, estuvimos concursando este verano en el Spruce Meadows en Canadá y creo que tuvimos un buen desempeño”, comentó a la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE).
Nicole Meyer, de 22 años, ha comenzado a figurar en los concursos nacionales como internacionales con buena pinta y así lo demostró hace dos meses en Calgary, Canadá, en donde se rosó con alguno de los mejores jinetes y amazonas del país de la hoja de maple, Estados Unidos y de Europa.
El Spruce Meadows es uno de los mejores torneos de verano en América en donde acude una gran cantidad de competidores mexicanos con la misión de elevar su nivel competitivo, por la presencia de jinetes extranjeros, pero de la misma manera de fogueo para saltar a los prestigiados concursos internacionales.
En lomos de “Nantelle”, la capitalina ha saltado clásicos y grandes premios de 1.45 en donde ha demostrado su talento y poner a prueba al ejemplar.
La amazona es una de las juveniles que forman parte de un proceso para integrarse a la selección nacional y tener la oportunidad de acudir a unos Juegos Olímpicos, “quiero llegar a una justa de este tipo y volver a vivir esa experiencia como en Buenos Aires”.
Asesorada por el olímpico de Londres 2012 Nicolas Pizarro Suárez, quien además se ubica entre los mejores del mundo, la capitalina dio que la preparación que lleva con “Nantelle”, una de las tres que tiene para cristalizar sus objetivos, va enfocado a participar en los grandes concursos en donde la exigencia es mayor.
Por tal motivo trabaja con sus caballos, porque tiene tres, entre 45 a 50 minutos todos los días, lo que hace un promedio de tres horas al día.
Agregó que para llegar en las mejores condiciones se debe hacer una labor casi excelsa en el piso, ya que eso ayuda a mejorar el control, ritmo y balance del animal, aunado a ejercicios gimnásticos que no son otra cosa que ligeros saltos y luego aplicar una pista bajo la observación de Pizarro.
Meyer Robredo se prepara con sus yeguas “Amazing Amy”, de 7 años, “Nantelle”, de 9 años y “Chanel”, una ejemplar con la cual lleva tiempo y ha amalgamado una buena relación.
Expuso que “Nantelle” lleva un entrenamiento más mesurado, “es con la cual estoy compitiendo, la llevo a que se desarrolle de la mejor manera posible para que mejore sus habilidades a través de trabajo en el piso y sólo la salto una vez a la semana con mi entrenador”.
La competidora tiene en claro que en la equitación la relación con los caballos es vital, “tengo que pasar más tiempo con ellas, caminar, interactuar para tener una buena familiarización, realmente tengo que darles mucho cariño”.