
Vicente Sánchez llegó a Cruz Azul como una solución temporal, sin grandes reflectores ni expectativas. Sin embargo, en apenas cinco meses logró una hazaña memorable: conquistar la Liga de Campeones de la Concacaf 2025, título que La Máquina no ganaba desde hace más de una década. Pese a este logro, su continuidad en el banquillo sigue sin definirse.
El técnico uruguayo asumió el cargo de manera interina tras la sorpresiva salida de Martín Anselmi al futbol europeo. Contra todo pronóstico, cosechó 17 victorias, ocho empates y solo dos derrotas, números que hablan por sí solos y que han llevado al club a alcanzar al América en títulos internacionales de Concacaf.
A pesar del respaldo de la afición, que ahora corea su nombre, Sánchez mantiene una postura reservada sobre su futuro. “No sé qué va a pasar mañana. No depende de mí la decisión”, expresó tras la contundente victoria 5-0 sobre Vancouver Whitecaps en Ciudad Universitaria, donde mostró su faceta más emocional y agradecida con el público.
“Me doy un valor alto porque Dios me puso en este lugar. Fue un semestre en el que los números hablan por sí solos”, aseguró el estratega, quien también subrayó que lo conseguido no fue cuestión de suerte, sino fruto del esfuerzo y la convicción.
Aunque su nombre ya quedó grabado en la historia reciente del club, la directiva aún no ha definido si continuará al frente del equipo. Mientras tanto, comienzan a circular posibles reemplazos, entre ellos Nicolás Larcamón y Guillermo Almada.
El veredicto de la afición es claro: quieren que se quede. Pero la última palabra la tiene la directiva de Cruz Azul. Lo que es innegable es que Vicente Sánchez ya dejó huella en La Noria.