Redacción
Tres jugadores han iniciado la temporada de la NBA a todo trapo y están acaparando por méritos propios todos los focos de la mejor liga del mundo: Luka Doncic, que se perdió por una lesión en un dedo de la mano izquierda y molestias una pierna el triunfo de los Lakers en Sacramento, ha maravillado en sus dos primeros duelos con medias de 46 puntos, 11,5 rebotes y 8,5 rebotes. También Shai Gilgeous-Alexander con estadísticas estratosféricas en los Thunder (40+6+5). Y el tercero de ese ilustre ranking, sin discusión, es Victor Wembanyama.
El gigante francés, en su tercera campaña en la NBA, ha arrancado el curso más fuerte que nunca y mantiene invictos a los Spurs (3-0) con unos promedios siderales: 34,5 puntos, 13 rebotes, 1,5 asistencias y 6 tapones en 31 minutos de media en cancha. No hay duda de que se trata del único y más genuino ‘unicornio’ de la NBA por edad (21 años) y facultades. Nunca se había visto a un jugador de 2,24 m dominar tantas facetas del juego.
Controversia sobre la estatura del gigante
Esa es la estatura oficial que le da la NBA, aunque hay quienes sostienen que el prodigio galo sigue creciendo y que ya podría estar ya en los 2,30 m. Es lo que asegura Brian Windhorst, prestigioso periodista de ESPN, que comentó que los Spurs no dicen la verdad sobre la estatura real de su estrella: «Cuando era novato dijeron que medía 2,10, pero era mentira», dijo en el programa NBA Today. «En realidad medía unos 2,26 m. Ahora figura como 2,26 m. pero extraoficialmente está cerca de los 2,30 m».
Y para demostrarlo habló con el exjugador Boban Marjanovic, pívot serbio de 2,23 m que llegó a enfrentarse al francés en su última temporada en la NBA, en la campaña 2023-24 cuando militaba en los Houston Rockets: «Sobre el papel yo soy más alto», respondió Marjanovic a Windhorst. «Yo mido 2,23 m, pero cuando me enfrenté a él me quedé mirándole de cerca y recuerdo que pensé: ‘Ni hablar de que soy más alto que él».
Pero al margen de su descomunal estatura, ya sea 2,26 m o 2,30 m, la mejoría en este inicio de curso del juego de Wembanyama, que se perdió la segunda mitad de la temporada pasada (sólo jugó 46 partidos) tras serle diagnosticada una trombosis venosa profunda, no ha pasado desapercibida para nadie.
Concentrado en un templo saolín
Este verano se le vio concentrado en un templo saolín, llegándose a rapar incluso la cabeza, pero en el Media Day de los Spurs, antes del arranque de la temporada, el galo quiso dejar claro que a pesar de lo que se vio en redes sociales, no estaba pasando el verano relajándose. «Les aseguro que nadie ha entrenado como yo este verano, este ha sido mi mejor verano hasta ahora. Puedo decir que el progreso es increíble. Me siento mejor, me veo más fuerte y la báscula dice que he aumentado de peso. Así que todo está OK», dijo el jugador, que oficialmente pesa 107 kilos.
