Redacción
Después de 41 largos años de ausencia, el Aston Villa ha regresado a la Liga de Campeones con una actuación sólida y convincente. En su debut en la fase de grupos, el equipo de Birmingham se impuso con autoridad por 3-0 ante el Young Boys, enviando un claro mensaje: no han vuelto para ser simplemente espectadores.
Los dirigidos por Unai Emery dominaron el encuentro gracias a los goles de Youri Tielemans, Jacob Ramsey y Amadou Onana, asegurando sus primeros tres puntos en Basilea. A pesar del respaldo de su afición, el equipo suizo solo pudo mostrar algo de resistencia durante los primeros veinte minutos, con algunos intentos desde fuera del área que no llegaron a inquietar al Villa.
El primer gol llegó tras un tiro de esquina bien ejecutado por John McGinn, quien asistió a Tielemans. El belga controló el balón en el segundo palo y, antes de que la defensa suiza pudiera reaccionar, lo envió al fondo de la red mientras caía al suelo. Este gol desarmó por completo al Young Boys, que en pocos minutos estuvo al borde de recibir más tantos debido a los errores defensivos.
Un ejemplo de la fragilidad defensiva suiza ocurrió cuando Mohamed Ali Camara cometió un error dentro de su propia área, cediendo el balón inocentemente a su portero. Ollie Watkins aprovechó la oportunidad para robar el balón y, a trompicones, se lo dejó a Ramsey, quien solo tuvo que empujarla hacia la portería vacía.
Este regreso del Aston Villa a la Liga de Campeones marca su primer triunfo en la competición desde 1983, cuando Peter White anotó en cuartos de final frente a la Juventus, un año después de que el club se coronara campeón de Europa ante el Bayern Múnich.