Redacción
Tuvo la primera corrida de la feria de Soria las dos caras del toreo. Joselito Adame y Rubén Sanz dieron dos vueltas al ruedo cada uno en una tarde condicionada por el percance que sufrió David Galván ante el tercero de la tarde y por la presidencia, que no concedió orejas pese a las peticiones en las faenas. El mexicano cuajó dos interesantes faenas al primero y al quinto malogradas con la espada. Ambas tuvieron una petición mayoritaria no atendida por el presidente. Rubén Sanz plasmó su sello de torero de buen corte y dio vueltas al ruedo ante el segundo y cuarto. Todo ello en un importante encierro de Los Maños, con varios toros de gran nota.
Abrió la tarde en Soria un toro con clase pero justo de poder con el que Joselito Adame realizó una meritoria actuación, toreando al animal por ambos pitones. El trasteo, por la condición del toro, no tuvo el eco merecido. Si lo tuvo la gran estocada del mexicano, que con un golpe de descabello acabó con su oponente. La plaza pidió la oreja de manera mayoritaria, pero el presidente decidió no concederla. Vuelta al ruedo de ley.
El quinto de la tarde fue otro buen toro de Los Maños con el que Joselito Adame firmó otra buena faena malograda con la espada. El animal embistió con transmisión y el mexicano lo aprovechó para firmar un trasteo interesante por ambos pitones, destacando el toreo sobre la mano derecha. Pinchazo y estocada caída. Petición de oreja no concedida. Vuelta al ruedo. Ovación para el toro en el arrastre.
David Galván tuvo que ser atendido en la enfermería de la plaza de Soria ante el tercero. El diestro gaditano se puso con el tercero de Los Maños en una primera serie que tuvo buenos pasajes. Después, fue cogido por la pierna, siendo volteado y arrollado por el animal en el suelo. Además, sufrió un golpe en la cabeza a la salida del percance. Tras ello, tuvo que pasar por la enfermería para ser atendido por el equipo médico de la plaza. Joselito Adame dio muerte al animal.
El segundo de Los Maños fue un toro de gran clase, con el que Rubén Sanz cuajó una importante e interesante faena a partir de la tercera seria. El toreo al natural fue lo mejor de un trasteo marcado por ese toreo tan personal que atesora el diestro. Una faena de premio malograda con la espada. Leve petición. Vuelta al ruedo.
Rubén Sanz marró su actuación ante el cuarto de la tarde. Otra faena llena de la personalidad y el gusto del torero soriano, que fue malograda con la espada después de que el diestro dejara dos estocadas en los bajos. Aún así, el público pidió la oreja por el cómputo de la actuación. La oreja no fue concedida y dio una vuelta al ruedo.
Rubén Sanz tuvo detalles de su personalidad ante el sexto, un toro más soso que los anteriores. Dejó pasajes de bello corte. Un toreo ralentizado, con la figura vertical y abandonado. Fue el toro de menos emoción de un buen encierro de Los Maños. Estocada baja. Silencio.
