
Redacción
Shohei Ohtani volvió a hacer historia en las Grandes Ligas, esta vez con una hazaña sin precedentes en un solo juego, combinando dominio desde el montículo y poder en el plato. Sin embargo, a pesar de su actuación estelar, los Dodgers de Los Ángeles cayeron derrotados 5-3 ante los Cardenales de San Luis, y Ohtani no ocultó su frustración tras el encuentro.
En lo que fue su séptima apertura como lanzador en la temporada 2025, Shohei Ohtani trabajó cuatro sólidas entradas por primera vez en el año, ponchando a ocho bateadores, sin conceder boletos y permitiendo solo una carrera limpia. Pero su impacto no se limitó al montículo. En la parte baja de la tercera entrada, el astro japonés conectó un jonrón de dos carreras para empatar el partido, demostrando nuevamente su capacidad de hacer todo en el campo.
Además del cuadrangular, ese mismo batazo representó el imparable número 1000 en la carrera de Ohtani en las Grandes Ligas, un logro más para su brillante hoja de vida. Pero lo más asombroso es que, según OptaSTATS, desde que las carreras impulsadas se registran como estadística oficial (1920), ningún jugador había conseguido en un solo juego: conectar un jonrón, ponchar al menos a ocho rivales, impulsar más carreras de las que permitió y recibir más bases por bolas de las que otorgó.
Aun así, Ohtani no quedó conforme. En declaraciones posteriores al encuentro, el jugador más completo del béisbol actual habló con la prensa a través de su intérprete Will Ireton y expresó que sintió que pudo haber hecho más, especialmente a la ofensiva durante la parte media del juego.
Lo que dijo Shohei Ohtani
“Fue un partido muy reñido de principio a fin. Creo que habría sido una gran victoria para nosotros si hubiéramos podido cambiar el guion. Podría haberlo hecho mejor con la calidad de los turnos al bate”, expresó Ohtani, visiblemente molesto por la derrota.
Su mentalidad competitiva volvió a quedar en evidencia. Aunque celebró el hecho de haber alcanzado las cuatro entradas lanzadas por primera vez en 2025, y reconoció que fue un día importante para él a nivel personal, el enfoque del japonés se mantuvo en el resultado colectivo y no en los logros individuales.
En definitiva, a pesar de que Shohei Ohtani fue quien más aportó por los Dodgers de Los Ángeles, su nivel de exigencia es tan alto que ni siquiera una hazaña histórica le bastó para sentirse satisfecho. Su compromiso con el equipo y su deseo constante de superación son parte de lo que lo hace único en la historia de la MLB.