
Redacción
Sergio García terminó líder la segunda jornada del LIV Golf de Hong Kong, la tercera parada de la temporada, igualado con Paul Casey, el inglés compañero de campañas en el equipo europeo de la Ryder Cup, y.el alocado Peter Uihlein, al que le cupieron ocho birdies, un eagle y cuatro bogeys en su tarjeta de 64, siendo el último jugador en la estadística de calles cogidas (5 de 14).
Los tres se escaparon en la clasificación con tres golpes de ventaja sobre un grupo en el que está Mito Pereira, autor de un hoyo en uno, y cuatro sobre Jon Rahm, que es séptimo, tras una buena carga en el día del movimiento, respaldada por sus legionarios lo que les ha permitido saltar al segundo puesto de la clasificación por equipos, a sólo dos golpes de los Torque.
El Hong Kong Golf Club, un campo corto como Valderrama, el escenario que adora el de Borriol, asistió a un gran día, con algo de viento, de Sergio. Sin errores, con un juego ordenado, sacó unos hierros con precisión. No necesitó ningún milagro para ordenar una vuelta que lo ganó a base de jugar un golf de manual. Cogió 12 de 14 calles, lo que exigía el recorrido. Sumó birdies, casi todos, salvo el del 17 (empezó en el hoyo 2) con putts cortos. Buscará su segunda victoria en este circuito, triunfo que sumar al logrado en el campo de Guadiaro el año pasado.
Jon Rahm también se creó una opción de victoria y muchas de seguir con la racha de top 10 que lleva desde que se inscribió en la liga el año pasado, salvo la retirada en Dallas en 2024.Empezó por el 8 y sumó un bogey de inmediato. Pero, a partir del quinto tramo comenzó a ver el agujero, sumó tres birdies seguidos, y otros cuatro en seis hoyos más adelante. Se le quedó alguna bola colgando del hoyo, pero volvió a ser el jugador rotundo que acostumbra con 64 golpes, dos más que su compañero en la Legión XIII, Caleb Surratt, que firmó la mejor vuelta del día: 62.
Además, Luis Masaveu, que compartía partido con Sergio, sufrió con crudeza el sábado y firmó 73 golpes, cuatro bogeys y un birdie, que le hicieron caer a plomo en la tabla y David Puig, muy a su estilo, sin apenas ruido, entregó una tarjeta de 67 golpes, a pesar de un bogey final, que le dejaron a seis del liderato.