
Redacción
Lionel Messi regresa al MetLife Stadium para una nueva Copa América, un escenario que inevitablemente trae a la memoria la dolorosa noche de la final perdida con Argentina hace ocho años.
El partido del martes contra Chile en el estadio de Nueva Jersey, con los rascacielos de Manhattan al fondo, no es una final, pero sin duda hay expectación.
Mientras Argentina disfruta de un momento brillante, Chile se encuentra en una fase de transición, luchando por encontrar sustitutos para su “Generación Dorada” que les llevó al bicampeonato continental.
En busca de soluciones, Chile contrató a Ricardo Gareca como técnico a principios de año. Sin embargo, su debut en una competición oficial no fue alentador, con un empate sin goles contra Perú el pasado viernes en Arlington, Texas.
«Estamos en un grupo complicado, ahora nos enfrentamos a una selección muy competitiva, y la llegada de Ricardo Gareca le ha dado un nuevo impulso», comentó Messi tras la victoria 2-0 de Argentina sobre Canadá en el partido inaugural de la copa en Atlanta, mostrando su generosidad sin haber visto aún el debut chileno. Gareca, por su parte, señaló el lunes: «Lógicamente, los inicios son siempre difíciles y esperábamos un mejor resultado, pero el equipo está completamente recuperado».
Chile presenta el segundo equipo con mayor promedio de edad del torneo (28,8 años, solo detrás de Perú con 29,1 años). Claudio Bravo, el arquero titular, es el jugador más veterano del torneo con 41 años.
Los sobrevivientes de 2016
Varios jugadores de la final de la edición centenario siguen activos. Además de Messi, Ángel Di María y Nicolás Otamendi son los otros argentinos que permanecen.
En el lado chileno, hay más veteranos: Claudio Bravo, Alexis Sánchez, Mauricio Isla, Erick Pulgar y Eduardo Vargas.