Redacción
Salvador Cabañas ha encontrado una nueva faceta en su vida. El exdelantero paraguayo de 42 años comenzará a realizar conferencias motivacionales en las que contará el aprendizaje que le ha dejado la vida y también el futbol. Sus andanzas personales y deportivas cambiaron para siempre con el atentado que sufrió en enero de 2010, obra del narcotraficante José Jorge Balderas Garza, en un bar de la Ciudad de México (Bar Bar, altamente frecuentado por futbolistas y celebridades). Libró la muerte, pero el proyectil quedó alojado en su cabeza y le impidió seguir jugando futbol de manera profesional (aunque tuvo un intento de regreso en 2012 en la Tercera División de su país).
Cabañas pasaba por el mejor momento de su hoja de ruta. Era ídolo en el América y capitán de la Selección de Paraguay (que terminó haciendo historial en el Mundial de Sudáfrica 2010 con un pasaje a Cuartos de Final en el que únicamente España pudo ponerles un alto). El Mariscal, como era conocido por su poderío físico y futbol brillante, tiene mucho que enseñar a todo el mundo, más allá de su trayectoria como jugador. Muchas lecciones aprendidas que a más de uno le pueden servir.
El exatacante de clubes como América, Jaguares y Audax Italiano, ahora sólo lamenta un error: haber acudido al Bar Bar aquella trágica noche. “Solo cambiaría una cosa del pasado, no irme a ese bar que fui, solamente eso. Después disfrutar de todas las cosas y disfrutar con mi familia que es lo más interesante”, explicó en entrevista con Publimetro. Después de su forzado retiro de los campos de juego, Cabañas apareció en diversas fotos en una panadería de Paraguay. Esas imágenes hicieron pensar a fans y prensa que el exjugador vivía en una condición precaria, pero no era así. Él lo explicó de este modo en una entrevista con Escorpión Dorado en 2021:
«Lo que no me gustó fue que salió que yo estaba trabajando en una panadería y que era muy pobre, eso es mentira. No es cierto. Le puse una panadería a mis padres para que ellos tuvieran su propio negocio en la casa y que pudieran vivir tranquilos. Tengo muchas cosas que le generan dinero: tengo un complejo deportivo, terrenos que estoy alquilando. En Paraguay se dice que ando muy mal, que no trabajo y que no tengo dinero, pero eso es mentira. Las cosas que tengo me generan dinero».
Por eso hoy quiere hacer algo más, algo distinto. «La verdad después todas las cosas que había pasado, después el atentado y todo eso ya cuando me recuperé quise empezar a hacer esto; la verdad, me está yendo bien que es lo más interesante y trato de motivar a la gente, a los jóvenes para que sigan adelante siempre, de no frustrarse y seguir adelante que es lo más interesante», dijo a Publimetro.
Cabañas tuvo un partido de homenaje con el América en 2011, un año después del atentado. Sin embargo, no hubo ningún apoyo posterior por parte del club azulcrema. La postura oficial de Las Águilas fue que ellos habían pagado hasta el último peso del contrato vigente. Pero, como ha dicho, él tiene la forma de sustentarse y ahora encontrará una nueva vía de ingresos a través de sus conferencias motivacionales. Cabañas no sólo se recuperó del atentado para salvar su vida, también ha dicho que se encuentra en paz a nivel emocional, pues no tiene resentimientos con Balderas Garza —que fue capturado un año después de la agresión en el Bar Bar—.
«Siempre lo voy a decir, si encuentro al señor delante de mí le diré que lo perdono. Por algo estoy con vida y siempre le agradeceré al ser supremo y a la gente que me apoyó. Estoy muy bien, estoy en paz. Me dieron otra oportunidad. Nunca me he arrepiento de nada, estoy vivo y es lo que me importa», contó en entrevista con Univisión.
Su carrera se vio truncada en el mejor momento, cuando iba a jugar un Mundial y cuando podía salir al futbol de Europa. Pero ha aprendido del dolor y del pasado. Ahora solamente queda el día a día y aprovecharlo. Y qué mejor forma de hacerlo que compartiendo sus experiencias con personas a las que pueda resultarle de utilidad su ejemplo.
