La Unidad de Integridad del Atletismo (AIU) anunció que la keniana Ruth Chepng’etich, actual poseedora del récord mundial de maratón femenino, fue suspendida por tres años luego de admitir una infracción a las normas antidopaje.
La sanción se impuso tras detectarse en su organismo hidroclorotiazida (HCTZ), un diurético prohibido por su capacidad para enmascarar el uso de otras sustancias que mejoran el rendimiento. La atleta, de 31 años, había sido suspendida provisionalmente en julio, mientras se investigaba el caso.
La muestra positiva corresponde al 14 de marzo de 2025, y según la AIU, Chepng’etich aceptó los cargos y la sanción luego de que se presentaran pruebas obtenidas de su teléfono móvil que apuntaban a un posible consumo intencional.
Chepng’etich rompió el récord mundial en el Maratón de Chicago de 2024, con un tiempo histórico de 2 horas, 9 minutos y 56 segundos, casi dos minutos menos que la marca anterior. La AIU aclaró que todos sus resultados obtenidos antes de marzo de 2025 se mantendrán válidos.
Inicialmente, la fondista declaró desconocer el motivo del resultado positivo. Sin embargo, en una segunda entrevista, el 31 de julio, cambió su versión y admitió que había tomado por error un medicamento perteneciente a su empleada doméstica, sin verificar su contenido. Más tarde envió una fotografía del empaque, donde se identificaba claramente la sustancia hidroclorotiazida.
La AIU calificó su conducta como “imprudencia grave”, lo que equivale a una intención indirecta de dopaje, con una sanción estándar de cuatro años. No obstante, debido a que Chepng’etich aceptó la sanción dentro del plazo de 20 días, su castigo fue reducido a tres años de suspensión.
El caso de la corredora keniana vuelve a poner en el centro del debate los controles antidopaje y la responsabilidad de los atletas de élite al consumir cualquier tipo de medicamento.
