
Con un triunfo 3-1 sobre el Urawa Red Diamonds, River Plate debutó con el pie derecho en el Mundial de Clubes de la FIFA, en un encuentro disputado en Seattle donde el equipo de Marcelo Gallardo cumplió con el objetivo de sumar sus primeros tres puntos en el Grupo E.
El conjunto argentino abrió el marcador temprano gracias a un preciso cabezazo de Facundo Colidio, tras un centro milimétrico de Marcos Acuña y una brillante asistencia previa de Franco Mastantuono. Luego, Sebastián Driussi aumentó la ventaja al iniciar el segundo tiempo, pero su celebración fue breve: el delantero salió lesionado tras una fuerte caída que le provocó un esguince de tobillo.
Pese al golpe anímico por la lesión de Driussi, River no bajó los brazos. Aunque el equipo japonés descontó con un penal bien ejecutado por Yusuke Matsuo tras una falta de Acuña sobre Kaneko, los de Núñez reaccionaron con contundencia. Maximiliano Meza, ingresado en el complemento, sentenció el partido con un certero remate de cabeza tras un tiro de esquina.
A pesar del dominio inicial, River sufrió por momentos. Urawa mostró carácter, especialmente en el primer tiempo, y obligó a Franco Armani a intervenir en varias ocasiones. Sin embargo, los japoneses no lograron sostener el ritmo y terminaron superados en lo físico y lo táctico.
La asistencia al Lumen Field fue modesta —menos de 12 mil espectadores—, y aunque los hinchas nipones hicieron sentir su presencia, el ambiente estuvo lejos de las grandes noches sudamericanas.
River, que enfrentará el sábado a Rayados de Monterrey en Los Ángeles, sabe que la exigencia será mayor en sus próximos compromisos. Por ahora, la victoria deja buenas sensaciones y coloca al equipo argentino en la pelea directa por avanzar en un grupo que también comparte con el Inter de Milán.