Redacción
Remco Evenepoel y Wout van Aert son plenamente conscientes de las altas expectativas que conlleva ser ciclistas belgas en un país tan apasionado por el deporte.
El sábado, Evenepoel logró captar la medalla de oro en la contrarreloj masculina de los Juegos Olímpicos de París, superando al italiano Filippo Ganna, mientras que Van Aert se llevó el bronce. Al final de la prueba, los dos compatriotas celebraron juntos con un emotivo abrazo en la meta.
Estas fueron las primeras medallas que Bélgica ha ganado en contrarreloj desde la plata obtenida por Henri Hoevenaers en los Juegos de 1924 en París.
«Cada vez que alguien cuestiona nuestra contribución al deporte o cualquier otro aspecto, siempre tratamos de dar lo mejor de nosotros», comentó Evenepoel, quien también había vencido a Ganna por 12 segundos en el Campeonato Mundial celebrado en Escocia el año pasado.
«Este es un momento realmente especial que hemos compartido», añadió.
El recorrido por las calles de París fue complicado, con baches y una lluvia que provocó múltiples caídas. Evenepoel, que terminó el trayecto en 36 minutos y 12.16 segundos, se mostró emocionado y rompió en llanto al cruzar la meta.
«Esta era la última gran contrarreloj que me faltaba, después de haber ganado el campeonato mundial y europeo», señaló Evenepoel. «Ahora he logrado todo lo que podía. Me sorprendió hacerlo en un recorrido complicado y contra rivales muy bien preparados.»
Como actual campeón mundial y reciente ganador de la contrarreloj en el Tour de Francia, Evenepoel superó a Ganna por casi 15 segundos y a Van Aert por 25 segundos.
Josh Tarling, que quedó cuarto, tuvo una decepcionante actuación tras sufrir un pinchazo y cambiar de bicicleta, lo que le hizo perder el tiempo necesario para estar en el podio, terminando a 2.16 segundos del tercero.
Los 35 ciclistas partieron con intervalos de 90 segundos desde Los Inválidos, unos 15 minutos después del final de la contrarreloj femenina.
La ruta honró a varias leyendas del ciclismo francés, pasando por el parque Bois de Vincennes, lugar de entrenamiento de Laurent Fignon, y frente al velódromo Jacques Anquetil, nombrado en honor al cinco veces campeón del Tour.
Al preguntarle si esta victoria en contrarreloj era un buen presagio para su carrera en ruta, Evenepoel prefirió no aventurarse.
«Primero tengo que disfrutar este momento», concluyó.
