
El receptor de los Kansas City Chiefs, Rashee Rice, fue sancionado con seis partidos de suspensión por incumplir la política de conducta personal de la NFL, lo que le impedirá participar en varios encuentros clave de la próxima temporada. La medida se aplicará desde el inicio de la campaña, comenzando con el partido inaugural frente a Los Angeles Chargers en Brasil.
La decisión se dio a conocer a través de una fuente cercana al caso, que habló con The Associated Press bajo condición de anonimato, ya que la liga aún no había emitido un comunicado oficial.
El castigo llega tras un acuerdo judicial alcanzado por Rice hace seis semanas, cuando se declaró culpable de dos delitos graves de tercer grado: un accidente automovilístico con lesiones graves y una competencia ilegal en carretera que también provocó daños corporales. Como parte de su acuerdo, el jugador recibió cinco años de libertad condicional diferida y deberá cumplir 30 días de cárcel.
La NFL tomó la determinación después de concluir su propia investigación interna, cancelando una audiencia previamente programada para el 30 de septiembre en Nueva York, la cual sería presidida por la exjueza federal Sue L. Robinson.
Con esta suspensión, Rice se perderá partidos importantes, incluyendo el enfrentamiento inaugural en Brasil contra los Chargers, la revancha del Super Bowl frente a los Philadelphia Eagles el 14 de septiembre, el duelo contra los New York Giants, un choque con los Baltimore Ravens el 28 de septiembre, un partido de lunes por la noche ante los Jacksonville Jaguars y un juego dominical frente a los Detroit Lions.
El receptor podrá reincorporarse al equipo cuando los Kansas City Chiefs se enfrenten a los Las Vegas Raiders.