
Redacción
Después de años de especulaciones, finalmente Jorgealberto Hank Inzunza concretó la venta del Querétaro FC. El club fue adquirido por Innovatio Capital, firma encabezada por el empresario estadounidense Mark Spiegel, quien ha mostrado un creciente interés en el mundo del futbol, no sólo en México, sino también en Europa.
Aunque no está claro si la decisión fue resultado de presión externa o de una estrategia planeada, lo cierto es que Hank Inzunza optó por mantener su presencia en el futbol mexicano con el Club Tijuana (Xolos) en la Liga MX y con Dorados de Sinaloa en la Liga de Expansión. La transacción por los Gallos se estima en alrededor de 120 millones de dólares, una cifra que refleja el valor de una franquicia de primera división, pese a los altibajos del equipo.
La venta representa un movimiento significativo en el contexto de la multipropiedad, un modelo que ha sido criticado por afectar la competitividad de la Liga MX. Aun así, no parece haber indicios de que otros dueños con varios equipos vayan a seguir este ejemplo en el corto plazo.
Expansión internacional de los nuevos dueños
El grupo que ahora controla al Querétaro también acaba de concretar otra importante compra en Europa. A finales de mayo, adquirieron el 51% del Real Valladolid, club que recientemente descendió a la Segunda División de España. La operación, valuada en unos 36 millones de euros, marca la salida del exfutbolista brasileño Ronaldo Nazario como socio mayoritario del equipo.
Uno de los protagonistas clave en ambas transacciones fue Gabriel Solares, empresario queretano con experiencia en el futbol mexicano, quien habría sido pieza central para la compra del Valladolid y del propio Querétaro. Se especula que Solares podría asumir un rol directivo en el club español, posiblemente como presidente.
Ronaldo, por su parte, adquirió su participación en el Valladolid en 2018 por 30 millones de euros. Aunque el club terminó descendiendo, la reventa le significó una ganancia económica, aunque no necesariamente deportiva.
Ahora, con dos clubes en manos del mismo grupo de inversionistas, uno en México y otro en España, se abre un nuevo capítulo que pondrá a prueba su capacidad para rescatar proyectos en crisis financiera y deportiva, con el claro objetivo de reposicionar ambas instituciones en sus respectivas ligas.