Redacción
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Una celebración que se esperaba honrara el nombre de Las Hermanas de la Indulgencia Perpetua, terminó siendo para Los Ángeles Dodgers y para todo el país un conflicto por las ideologías y las creencias de dos colectivos muy marcados en el territorio norteamericano: por un lado, católicos extremistas que defienden su postura ante las comunidades LGBT; por otro lado, quienes serían honradas debido a sus valiosas aportaciones para reinterpretar la manera en la que personas LGBT pueden acercarse a la religión.
La Noche del Orgullo programada en el Dodger Stadium terminó en protestas por grupos religiosos quienes aseguraron que esta organización incluyente, que utiliza hábitos religiosos tradicionales en artistas travestidos, es un insulto para las creencias de sus respectivas iglesias y, de hecho, condenaron las intenciones de los Dodgers por reiterar su apoyo a este colectivo.
Protesta eclipsa reconocimiento de Dodgers a colectivo LGBT
Las horas previas a que se realizara la premiación a este colectivo, ya había a los alrededores del estadio del equipo angelino cientos de manifestantes que se expresaban en contra del equipo por promover este tipo de actividades. Se reunieron finalmente frente a las puertas del estadio.
Adentro del estadio, se llevó a cabo la ceremonia, sin embargo, este se encontró vacío debido a los problemas que se suscitaron en los alrededores, algo que muchos espectadores quienes se posicionaron también en contra de esta premiación aprovecharon para señalar.
La organización religiosa «Católicos para Católicos», que había descrito a las Hermanas de la Indulgencia Perpetua como «una organización sin Dios» y «que se burla de Cristo», llegó el día viernes a protestar a las instalaciones.
En la cancha, por otro lado, recibieron Las Hermanas el Premio al Héroe de la Comunidad, durante una ceremonia previa al juego como parte de la Noche del Orgullo de los Dodgers.
Mientras tanto, el colectivo opositor convocó a simpatizantes durante el transcurso de la semana previa, a través de comunicados en redes sociales, a protestar por «las ofensas cometidas contra nuestro Señor Jesucristo y contra todos los cristianos».
No obstante, el grupo de activistas religiosos se dijeron poco preocupados por estos llamados a la violencia y la intolerancia, pues aseguraron que continúan en su propia lucha.
«Después de 27 años de activismo y protestas, incluidas las que luchan contra la Proposición 8 por nuestro derecho a casarnos con los que amamos, ciertamente no podemos quejarnos de que nuestros compañeros angelinos expresen sus derechos de la Primera Enmienda», dijeron las Hermanas en un comunicado enviado a la Los Ángeles Times.
Así, colectivos LGBT salieron en defensa de las invitadas de honor, y también se enfrascaron en un enfrentamiento verbal que la policía intentó contener.
Los eventos ocurridos en cuestión de horas se enmarcaron en una atmósfera de lucha de ideales religiosos, aunque desde ciertas perspectivas, aparecían carteles con el eslogan de la campaña política de Donald Trump «Make America Great Again».