
El Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos (USOPC, por sus siglas en inglés) prohibió de manera “inmediata” la participación de mujeres transgénero en competiciones deportivas femeninas de cara a los Juegos Olímpicos Los Ángeles 2028. La decisión responde a la obligación de cumplir con una reciente orden ejecutiva emitida por la Casa Blanca y firmada por el presidente Donald Trump. La prohibición afecta a federaciones de natación, atletismo y otros deportes.
El anuncio se realizó el lunes mediante una modificación sutil en el sitio web del USOPC, que posteriormente fue ratificada mediante una carta dirigida a los organismos rectores nacionales de diversas federaciones deportivas. La actualización en las normas del USOPC hace referencia, de manera indirecta, a la prohibición dentro de la “Política de Seguridad para Atletas del USOPC”, la cual remite a la orden ejecutiva de Trump que exige “mantener a los hombres fuera de los deportes femeninos”. Esta orden también amenaza con retirar fondos a las organizaciones que permitan la participación de atletas transgénero en deportes femeninos.
Funcionarios olímpicos de EE. UU. informaron a los organismos rectores nacionales que deberán ajustarse a esta directriz, destacando que “el USOPC ha mantenido conversaciones respetuosas y constructivas con funcionarios federales” desde que se firmó la orden para adaptarse a las nuevas reglas. La CEO del USOPC, Sarah Hirshland, y el presidente Gene Sykes, señalaron en una carta que, como organización federal, están obligados a cumplir con las expectativas gubernamentales, resaltando la importancia de garantizar competiciones justas y seguras para las mujeres, y que todos los organismos nacionales deben actualizar sus políticas en consecuencia.
El tema ha generado polémica en gran parte del país, especialmente entre republicanos que defienden la “equidad atlética”. Sin embargo, más de veinte estados han aprobado leyes que prohíben la participación de mujeres y niñas transgénero en determinados deportes, muchas de las cuales han sido bloqueadas en tribunales por considerarse discriminatorias, crueles o innecesarias para un pequeño grupo de atletas.
Esta es la segunda organización en adoptar una postura restrictiva hacia atletas transgénero tras la decisión de la Asociación Nacional Deportiva Universitaria (NCAA) en febrero, poco después de la firma de la orden ejecutiva de Trump. La NCAA modificó sus reglas para limitar la participación de atletas trans en deportes femeninos a quienes fueron asignadas como mujeres al nacer, en una medida que se implementó más de cuatro meses después de la orden presidencial.
El tema de la elegibilidad en deportes femeninos es clave para el Comité Olímpico Internacional (COI), liderado por su nueva presidenta, Kirsty Coventry. El COI permite que las federaciones deportivas individuales establezcan sus propias reglas, y varias de ellas ya han tomado medidas en ese sentido. Federaciones de natación, ciclismo y atletismo han aprobado normativas más estrictas, prohibiendo la participación en eventos femeninos a quienes hayan atravesado la pubertad masculina. El fútbol también revisa sus reglas de elegibilidad, incluyendo posibles límites de testosterona.