Redacción
La coronación de Peñarol de forma anticipada como campeón del Torneo Clausura 2025 volvió a reafirmar la supremacía del club aurinegro en el futbol uruguayo. Con su victoria ante Defensor Sporting en el Campeón del Siglo, el conjunto dirigido por Diego Aguirre alcanzó su 12º título en esta competencia, ampliando su ventaja sobre Nacional y el resto de los equipos en el historial del certamen.
El Manya aseguró así su presencia en la definición por el Campeonato Uruguayo, un logro que consolida el trabajo del plantel y la continuidad de un proyecto deportivo que ha mostrado consistencia en las últimas temporadas. La celebración en el estadio aurinegro fue el reflejo de un año en el que Peñarol se mantuvo firme desde el inicio del Clausura, mostrando regularidad y solidez en su juego.
¿Por qué Peñarol domina el Clausura?
El historial del Torneo Clausura es categórico. Desde su creación en 1994, Peñarol ha ganado el trofeo en 12 oportunidades, mientras que Nacional lo ha hecho en ocho. Más atrás aparecen Defensor Sporting con cuatro conquistas, Danubio con tres y Liverpool con dos, además de Wanderers y Plaza Colonia, que lo lograron una vez cada uno. Los números confirman una tendencia: el club carbonero ha sabido adaptarse mejor que nadie a los formatos y exigencias del fútbol uruguayo moderno.
El equipo aurinegro se impuso en las ediciones de 1994, 1999, 2000, 2003, 2008, 2010, 2015, 2017, 2018, 2021, 2024 y ahora 2025, demostrando una consistencia competitiva que se extiende a lo largo de tres décadas. En ese lapso, Peñarol ha combinado generaciones de figuras emblemáticas con jóvenes talentos surgidos de su cantera, manteniendo su identidad ofensiva y su mística ganadora.
Un título que refuerza la era aurinegra
La conquista del Clausura 2025 tiene un valor simbólico especial. No solo confirma el poderío de Peñarol en el ámbito local, sino que también lo posiciona como el principal favorito a quedarse con el Campeonato Uruguayo. El equipo de Aguirre logró sostener un alto rendimiento a pesar de las exigencias del calendario y la presión constante de sus perseguidores.
