
Redacción
La policía francesa desalojó el martes de madrugada un campamento improvisado de migrantes cerca del Ayuntamiento de París, en lo que grupos de ayuda describen como una campaña para embellecer la capital francesa antes de los Juegos Olímpicos.
En la operación iniciada antes del amanecer, la policía despertó a unos 100 adolescentes y hombres jóvenes de África occidental y les pidió que empacaran sus carpas y pertenencias.
La policía de París dijo que la operación se debía a motivos de seguridad, especialmente porque el campamento estaba cerca de escuelas.
Funcionarios de la región de París ofrecieron a los afectados —muchos de ellos menores y en proceso de solicitar la residencia legal— la posibilidad de alojarse temporalmente durante tres semanas en Angers, en la región de Loira, si así lo deseaban. Un autobús esperaba en una calle cercana para llevarlos primero a una estación en la región de París.
Solo dos o tres hombres subieron al autobús. La mayoría de los demás se marcharon a pie con sus pertenencias a cuestas. Algunos expresaron temores de sentirse aislados y abandonados en Angers, 250 kilómetros al suroeste de la capital francesa, una vez que se acabara el alojamiento temporal.
Es posible que las personas desalojadas formen asentamientos improvisados en otra parte de la capital antes de ser expulsadas de nuevo, según un grupo activista que ha denunciado el impacto de los Juegos Olímpicos sobre las personas marginadas.
«Es un ciclo interminable», dijo Antoine de Clerck, vocero del grupo Revers de la Médaille («Reverso de la medalla»).
«Lo llamamos limpieza social, ya que no se propone una solución real a estas personas», añadió. La gente, afirmó, se ve apartada para hacer «sitio a la hermosa postal de París».
En una orden por escrito que anunció el desalojo con antelación el sábado, el jefe de policía de la ciudad, Laurent Nunez, dijo que el campamento improvisado estaba formado por más de 80 carpas y bloqueaba las aceras. La orden añadió que el asentamiento estaba cerca de espacios públicos, incluidos una iglesia y el Ayuntamiento, donde se ha incrementado la seguridad debido a un aumento del nivel de alerta contra posibles amenazas de terrorismo en Francia.
Las autoridades francesas suelen desmantelar los campamentos migrantes cada primavera, al terminar una «tregua» invernal en la que se limitan desahucios y evacuaciones mientras dura el frío.
Sin embargo, grupos de ayuda que trabajan con migrantes y otras personas vulnerables dicen que los desalojos se han intensificado antes de los Juegos Olímpicos, programados entre el 26 de julio y el 11 de agosto. Afirman que se está enviando a la gente lejos de la capital en lugar de ofrecerles refugio en la región de París, donde muchos solicitantes de asilo tienen citas judiciales próximas y reuniones programadas con las autoridades sobre sus solicitudes de residencia.