Redacción
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A dos años de la ocupación militar rusa en Ucrania, suceso que marcó el inicio de una guerra que sigue enterrando vidas, un cimbronazo más en el plano deportivo recayó sobre la nación invasora: el Tribunal de Arbitraje Deportivo rechazó el pasado viernes el amparo del Comité Olímpico de Rusia y mantuvo con efecto la suspensión dispuesta por el Comité Olímpico Internacional, vigente desde octubre de 2023.
En línea con el COI, el TAS, juzgó ilegales la toma de posesión de organismos deportivos de Donetsk, Jersón, Lugansk y Zaporiya por parte de Rusia, anexión que desde las oficinas de Lausana habían calificado como una violación a “la integridad territorial del Comité de Ucrania”.
A los efectos de la sanción, Rusia continuará desprovisto de reconocimiento y financiación del Movimiento Olímpico por tiempo indeterminado. Estas penalidades se habían añadido a varias otras en curso desde febrero de 2022, entre las cuales se imponen la prohibición de organizar competencias internacionales y el veto en los torneos de sus símbolos patrios, como la bandera y el himno.
El TAS sostuvo que su determinación “no perjudicó los principios de legalidad, igualdad, previsibilidad y proporcionalidad” y la tildó de “definitiva y vinculante”. En contraposición, el ROC, que había apelado el último 6 de noviembre, la catalogó en un comunicado como “una discriminación sin precedentes”, alegó la “falta de objetividad en todo lo relativo a Rusia” desde “hace mucho tiempo” y solicitó la revisión de la decisión. Interponer un nuevo recurso ante el Tribunal Federal Suizo en un plazo de 30 días es la última instancia legal para revertir el fallo.
La ratificación del TAS no altera el escenario de Rusia –y Bielorrusia- en París 2024: siempre que no hayan participado ni brindado muestras explícitas de apoyo a la Guerra, solo podrán competir en pruebas individuales bajo bandera neutral.