
Redacción
El senador colombiano Miguel Uribe, quien aspiraba a ganar la candidatura de su partido para las elecciones presidenciales del 2026, murió este lunes por las heridas de bala que recibió en la cabeza durante un atentado hace más de dos meses, en el más grave ataque de violencia política en décadas en el país andino.
Uribe, de 39 años y perteneciente al opositor y derechista partido Centro Democrático, permanecía en situación crítica en una clínica tras ser atacado por un joven de 15 años que le disparó con una pistola durante un evento político en un barrio de clase media del occidente de Bogotá, el 7 de junio.
«La Fundación Santa Fe de Bogotá lamenta informar que el senador Miguel Uribe Turbay ha fallecido a la 01:56 de la madrugada de hoy», dijo un comunicado de la clínica en donde fue sometido a varias intervenciones quirúrgicas para tratar de salvar su vida.
«A pesar de todos los esfuerzos es un triste desenlace por lo cual nos solidarizamos con toda la familia Uribe Turbay en estos momentos de profundo dolor», agregó la clínica que el fin de semana reportó un deterioro de las condiciones del paciente por una hemorragia en el sistema nervioso central.
El político recibió dos impactos de bala en la cabeza y uno en la pierna izquierda, reveló previamente la Fiscalía General que dirige una investigación para identificar y capturar a los autores materiales e intelectuales del asesinato.
«Pido a Dios me muestre el camino para aprender a vivir sin ti. Nuestro amor trasciende este plano físico. Espérame, que cuando cumpla mi promesa con nuestros hijos, iré a buscarte y tendremos nuestra segunda oportunidad. Descansa en paz amor de mi vida, yo cuidaré a nuestros hijos», dijo su esposa en su cuenta de Instagram.
El ataque, grabado en decenas de videos difundidos por redes sociales, conmocionó al país, provocó condenas a nivel nacional e internacional y recordó la época de violencia que sufrió Colombia hace más de tres décadas cuando cuatro candidatos presidenciales fueron asesinados en ataques separados atribuidos a narcotraficantes aliados con escuadrones paramilitares.
La Presidencia lamentó profundamente el fallecimiento del senador: «Expresamos nuestras más sinceras condolencias y toda nuestra solidaridad a su familia, amigos, y seres queridos en este difícil momento», escribió en sus redes sociales, informó el diario Tiempo en su portal.
Clamor de justicia
El ministro de Defensa, Pedro Sánchez, lamentó la muerte del senador y se comprometió a capturar a los responsables. «No permitiremos que los violentos intimiden o silencien las voces políticas que requiere nuestra democracia, escribió en X.
Las autoridades colombianas ofrecen una recompensa de 3 mil millones de pesos (unos 740 mil dólares) por información que permita identificar y capturar a los responsables del homicidio. Estados Unidos, Inglaterra y Emiratos Árabes apoyan a Colombia en la investigación.
«El mal todo lo destruye, mataron la esperanza. Que la lucha de Miguel sea luz que ilumine el camino correcto de Colombia», dijo en su cuenta de X el ex presidente Álvaro Uribe, condenado recientemente a 12 años de prisión por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal.
El secretario de Estado estadunidense, Marco Rubio, lamentó la muerte del político y dijo que su país se solidariza con su familia y el pueblo colombiano «tanto en el duelo como en la exigencia de justicia para los responsables».
La congresista María José Pizarro, hija del líder político asesinado Carlos Pizarro en el marco del conflicto armado, escribió al respecto del asesinato de su homólogo de un partido opuesto al que pertenece ella: «Miguel Uribe Turbay representaba ideas distintas a las mías, pero su voz debía ser respetada en el escenario democrático. Minorías apátridas siguen asesinando, solo entienden el lenguaje de la violencia y buscan influir en los destinos de la nación con golpes de sangre», señaló El Tiempo.
La senadora también expresó: «Colombia le exige a justicia que avance en las investigaciones, que no permita que regrese la impunidad. Solo con verdad y justicia será erradicada la violencia política que ha acabado con la vida de Miguel Uribe Turbay y tantos dirigentes políticos que tenían mucho que aportar a esta sociedad».
Uribe era un fuerte crítico de la política de paz del presidente izquierdista Gustavo Petro y promovía la libre empresa, así como la recuperación de la seguridad enfrentando con mano dura el narcotráfico y los grupos armados ilegales.
Las autoridades que investigan el atentado no han establecido aún las causas del ataque ni quiénes lo ordenaron.
La fiscal general, Luz Adriana Camargo, reconoció que se analizan diferentes teorías sobre el atentado, que incluyen la intención de desestabilizar al Gobierno.
Un menor de 15 años, acusado de disparar contra el senador, fue aprehendido minutos después del atentado, mientras que durante las investigaciones otras cinco personas fueron capturadas acusadas de haber participado en la logística y organización del asesinato, según la Fiscalía General.
Uribe, casado y padre de un hijo, pertenecía a una destacada familia política.
Su abuelo Julio César Turbay fue presidente entre 1978 y 1982 y su madre, la periodista Diana Turbay, murió en 1991 en un fallido intento de rescate mientras permanecía secuestrada por el cartel de Medellín que dirigía el narcotraficante Pablo Escobar.
La vida, por encima de cualquiier ideología: Petro
El presidente Gustavo Petro manifestó su “sentido pésame a la familia del senador Miguel Uribe Turbay, y a las y los colombianos todos. La vida está por encima de cualquier ideología. La investigación debe profundizarse. Y serán las autoridades competentes para ella, ayudada por expertos internacionales, quienes se pronunciarán en su momento. Al Gobierno le queda repudiar el crimen y ayudar», escribió en su cuenta en X.
La vicepresidenta, Francia Márquez, indicó: «hoy es un día triste para el país. La violencia no puede seguir marcando nuestro destino. La democracia no se construye con balas ni con sangre, se construye con respeto, con diálogo y reconociendo nuestras diferencias, sin importar la posición política. Pueblo colombiano: es hora de unirnos, de alzar la voz con fuerza para rechazar todo acto de violencia. No podemos permitir que el miedo y el odio sigan arrebatándonos la vida y la esperanza».