
La MLS volvió a salir victoriosa en el duelo de exhibición frente a la Liga MX, al imponerse 3-1 en una noche donde, más allá del carácter amistoso, la rivalidad se sintió en la cancha y en las gradas. Fue la tercera victoria para la liga estadounidense en los últimos cuatro enfrentamientos de este tipo.
El técnico del América, André Jardine, no pudo ocultar su frustración tras el gol de Sam Surridge al minuto 28. El brasileño, siempre meticuloso, cuestionó de inmediato a Sergio Ramos —quien fue titular en defensa— sobre el desajuste que permitió que el delantero del Nashville quedara solo frente al arco.
Hasta ese momento, el combinado de la Liga MX había tenido mayor dominio del balón, pero sus fallas en la definición marcaron la diferencia. Denis Bouanga, uno de los más activos, mostró por qué ha sido vinculado con el América: aunque no logró anotar en un mano a mano, fue quien asistió a Surridge en la jugada del primer tanto.
Ya sin Lionel Messi —quien no acudió a la cita junto con otras estrellas del Inter Miami, decepcionando a muchos aficionados que pagaron hasta 500 dólares por un boleto—, la MLS extendió su ventaja con anotaciones de Tai Baribo (50’) y Brian White (80’). Para entonces, ambos equipos ya habían realizado múltiples cambios y Ramos había abandonado el estadio rumbo a Monterrey.
Sin embargo, la nota positiva para la Liga MX fue Gilberto Mora, joven promesa de 16 años de Xolos de Tijuana, quien descontó al minuto 63 y dejó una grata impresión, incluso compartiendo cancha con figuras como Alejandro Zendejas y Brian Rodríguez.
El tanto de Mora sirvió para elevar su perfil, aunque no cambió el resultado final. La Liga MX, otra vez, cayó ante su principal competidora del norte.