
La Selección Mexicana Sub-23 inició su participación en el Torneo Maurice Revello con un empate agónico 3-3 frente a Dinamarca, en un duelo lleno de emociones que se definió en los últimos instantes del encuentro.
Bajo la dirección de Eduardo Arce, el Tricolor tuvo un arranque titubeante, en el que le costó asentarse en la cancha. La escuadra europea aprovechó esas dudas defensivas para tomar la delantera rápidamente, con un gol de Jakob Vester al minuto 11 que evidenció la falta de comunicación en la zaga mexicana.
Aunque México logró generar algunas llegadas, el empate no llegó sino hasta el cierre del primer tiempo, cuando Oswaldo Virgen capitalizó un error del guardameta rival para poner el 1-1 al minuto 45.
Impulsados por ese tanto, los mexicanos mostraron una mejor cara en el complemento, dominando por momentos y generando peligro. Sin embargo, fallaron al concretar sus oportunidades, y Dinamarca respondió con contundencia por medio de Emil Rohd, quien firmó el 2-1 al minuto 69.
México, sin rendirse, se volcó al ataque y consiguió empatar de nuevo gracias a Juan Uribe al 84’, en un cierre que prometía más emociones. Y así fue: ya en el tiempo añadido, Rohd volvió a marcar para los daneses al 90+5’, pero el Tricolor respondió en la última jugada con un gol salvador de Tahiel Jiménez al 90+7’, que selló el empate definitivo.
Con este resultado, México suma su primer punto en el Grupo B del torneo celebrado en Francia, dejando sensaciones mixtas tras un duelo en el que mostraron carácter, aunque también evidenciaron áreas por corregir.