
Marruecos protagonizó una noche inolvidable al eliminar a Francia en una dramática tanda de penales y conseguir su pase a la final del Mundial Sub-20, donde enfrentará a Argentina. El conjunto africano se impuso 5-4 desde los once pasos, tras empatar 1-1 en el tiempo reglamentario.
La figura del encuentro fue Abdelhakim El Mesbahi, tercer portero del equipo marroquí, quien ingresó en los últimos instantes del tiempo extra en una decisión que sorprendió a todos. El movimiento táctico del técnico Mohamed Ouahbi resultó clave, pues El Mesbahi detuvo el penal definitivo a Djylian Nguessan y selló el histórico pase de su selección.
La sustitución del guardameta no fue casualidad. El Mesbahi, conocido por su habilidad para detener penales, ingresó con una botella en la que tenía impresos los rostros y patrones de tiro de los jugadores franceses. Su preparación rindió frutos y Marruecos celebró una clasificación inédita tras dos décadas sin participar en el torneo.
El partido, disputado en el estadio Elías Figueroa de Valparaíso, comenzó con un ritmo intenso. Marruecos abrió el marcador al minuto 32, cuando Yassir Zabiri convirtió un penal de manera fortuita: su disparo pegó en el poste, rebotó en la espalda del arquero Lisandru Olmeta y terminó en la red.
Francia reaccionó en la segunda mitad y consiguió el empate al 58 gracias a Lucas Michal, quien definió tras una buena jugada colectiva de Mayssam Benama y Moustapha Dabo. La expulsión de Rabby Nzingoula al inicio del tiempo extra complicó el panorama para los europeos, que resistieron hasta los penales.
Con esta victoria, Marruecos alcanza por primera vez una final en esta categoría. Su mejor actuación anterior había sido en 2005, cuando finalizó en cuarto lugar. El próximo domingo, el conjunto africano buscará coronar su hazaña en Santiago ante Argentina y escribir una nueva página dorada en su historia futbolística.