Redacción
Todos los clubes de Ascenso MX han invertido fuertes sumas de dinero con la esperanza de llegar a la Liga MX, pero parece que la puerta del ascenso y descenso permanecerá cerrada con llave hasta 2025. Esta decisión se mantiene a pesar de los cambios anunciados en la Federación Mexicana de Fútbol, que buscaban reformar el fútbol mexicano. Mientras tanto, la Liga MX observa cómo su principal competidor, la MLS de Estados Unidos, ampliará su liga a 30 equipos para el próximo año.
Recientemente, Irapuato presentó una ambiciosa remodelación de su estadio con una inversión de 90 millones de pesos, con la esperanza de albergar el Premundial de Concacaf y, sobre todo, de regresar a la Máxima División. Sin embargo, esta promesa parece difícil de cumplir dado el actual panorama de la liga.
Los equipos de Ascenso MX anhelan volver a un sistema donde el mérito deportivo determine el ascenso y el descenso, pero la Liga MX parece estar más enfocada en seguir el modelo de la MLS, que no ha tenido ascenso y descenso desde su inicio. Esto se debe en parte a consideraciones financieras, ya que algunos clubes de segunda división no tienen la estabilidad económica necesaria para competir en la máxima categoría.
La prioridad de la Liga MX es fortalecer los derechos de imagen de los clubes para aumentar su valor y garantizar una mayor estabilidad financiera. Sin embargo, esta perspectiva económica puede estar dejando de lado consideraciones deportivas.
Por esta razón, Mazatlán ha decidido romper las negociaciones con Atlante sobre la compra de su franquicia, ya que esperan que la implementación de nuevos derechos televisivos fortalezca su valor como equipo. A pesar de los avances en las negociaciones, Mazatlán busca una posible revaloración de su franquicia en lugar de seguir adelante con la operación con Atlante.