
El paso del tiempo es implacable, incluso para gigantes del entretenimiento digital como los videojuegos más populares. Algunos títulos desaparecen, otros reinician, y muchos cambian de piel para sobrevivir. Pero League of Legends (LoL) ha demostrado una resistencia única, consolidándose como uno de los pilares indiscutibles del ecosistema competitivo global.
Tanto se ha sostenido LoL que, en un hito que marca un antes y un después, algunos jugadores profesionales surcoreanos actuales ni siquiera habían nacido cuando el juego fue lanzado en octubre de 2009. Esta curiosidad es mucho más que una anécdota: es testimonio de cómo LoL ha trascendido generaciones, manteniendo su esencia y atractivo durante más de 15 años.
A diferencia de otros títulos que han evolucionado en forma de secuelas (como Street Fighter, con generaciones de jugadores que nunca experimentaron su versión original), LoL sigue siendo el mismo juego que conquistó el mundo en 2009. Sin un «LoL clásico» al que volver, el título de Riot Games ha evolucionado a lo largo de los años, pero sin renunciar a su esencia competitiva y mecánicas centrales.
En Corea del Sur, donde LoL es más que un pasatiempo y forma parte del tejido cultural, esta longevidad ha dado lugar a un fenómeno sin precedentes. En la LCK Academy Series, la tercera división del competitivo surcoreano y semillero oficial de futuras estrellas, hay jugadores que ni siquiera habían nacido cuando LoL vio la luz. Entre ellos destacan nombres como XeRone (DRX Academy), nacido en agosto de 2010; Sappang (Nongshim Academy) y Solid (DN Freecs Academy), ambos nacidos en noviembre de 2009. Aunque es probable que existan más casos, la falta de registros detallados en ligas menores impide una verificación completa.
Este fenómeno es reflejo de cómo LoL sigue atrayendo a nuevas generaciones, que traen consigo estilos de juego frescos y perspectivas distintas. En Corea, donde los jóvenes talentos empiezan a formarse desde edades tempranas con la esperanza de seguir los pasos de leyendas como Faker, la Academy Series se convierte en terreno fértil para el desarrollo del talento, sin importar la edad. A diferencia de la LCK, donde hay límite de edad para competir, en esta división lo primordial es pulir habilidades y prepararse para el escenario profesional.
League of Legends cambió el paradigma de la industria cuando irrumpió con su modelo free-to-play y monetización basada en cosméticos, sin comprometer el equilibrio competitivo. Aunque hoy los precios de algunas skins han alcanzado cifras exorbitantes, el corazón del juego sigue latiendo con fuerza. En un mercado donde la mayoría de títulos online luchan por mantenerse vigentes cinco años, LoL ha demostrado que puede no solo sobrevivir, sino también ser más longevo que algunos de sus propios profesionales. Es más que un juego: es una institución viva en constante evolución.
Mientras LoL se enfrenta a su propio legado, los jugadores se renuevan. Y en esa dinámica, el juego sigue encontrando la fórmula para mantenerse relevante. La temporada 2025 de la LCK no es la excepción. Un nuevo equipo, Gen.G, ha irrumpido con fuerza tras una renovación en noviembre de 2024, dominando la liga y acercándose a romper el récord perfecto impuesto por T1 en 2022. Con solo dos victorias por delante, Gen.G está a punto de igualar la marca histórica del equipo liderado por Faker, demostrando que LoL sigue siendo un terreno fértil para la gloria y la innovación.
Así, mientras el tiempo avanza, League of Legends no solo envejece con dignidad, sino que se reinventa con cada generación de jugadores. Y en ese ciclo continuo, su legado se reafirma como un pilar indestructible del mundo del gaming competitivo.