Guillermo Leal
Aunque la jueza Minerva Mendoza que dictó hace unos días una nueva suspensión temporal para la celebración de festejos taurinos en la Plaza México, la cual ayer fue revocada por un Tribunal Superior, tiene la obligación de dar un nuevo veredicto el próximo viernes 17 ó quizá el lunes 20 y éste podría ser la suspensión definitiva.
Sin embargo el tema no es tan sencillo para la impartidora de justicia quien podría inclusive poner en riesgo su carrera judicial, al ir en contra de la decisión de una autoridad mayor a la de ella, como lo explica el doctor en derecho Eduardo Heftye, quien además es expresidente del grupo de Bibliófilos Taurinos de México y un exigente aficionado desde hace muchos años.
‘El viernes, la jueza podría conceder la suspensión definitiva, sólo que estaría poniéndose en riesgo, inclusive, su carrera judicial, pues estaría yendo en contra de un criterio originado de una autoridad de mayor jerarquía, es decir, de un precedente obligatorio emanado nada menos que de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el cual sostiene que no deben restringirse actividades y derechos que previamente han sido reconocidos por otros ordenamientos jurídicos que gozan de reconocida validez’.
‘Si la jueza Mendoza es inteligente, debe negar la suspensión definitiva. Y para el eventual caso de que lo hiciera, la empresa podría interponer otra queja con enormes posibilidades de que el fallo fuera a su favor’, explicó el licenciado Heftye.
Ese mal intencionado veredicto surgió después de que la juez, azuzada por una asociación llamada “Va por sus Derechos”, que sin duda los tienen –sólo que esta vez pesaron más los taurinos–, quedó sin efecto ayer y en este momento, tras la queja interpuesta por la empresa capitalina de los ganaderos Baillères y Sordo, se pueden dar festejos taurinos en la Ciudad de México, en la plaza más grande del mundo y en otro de los escenarios de mayor trascedencia para los novilleros, el del Restaurante Arroyo, propiedad del también ganadero Pepe Arroyo.