
Redacción
La imagen de los entrenadores de la NBA ha cambiado radicalmente en los últimos años. Lo que antes era un desfile de trajes a medida y corbatas perfectamente anudadas, hoy se ha transformado en una pasarela de comodidad y funcionalidad, donde los quarter-zips y los pantalones informales dominan los banquillos.
Esta tendencia, originada durante la llamada “burbuja” de 2020 por la pandemia, no solo se mantiene vigente, sino que cuenta con un respaldo abrumador de los propios entrenadores, según reportó The New York Times.
La escena actual en las finales de la NBA, con los Indiana Pacers y los Oklahoma City Thunder, ilustra cómo la formalidad ha cedido paso a la practicidad, marcando un cambio cultural que trasciende el básquet.
De los trajes a los quarter-zips: la nueva imagen de los banquillos
En las finales de la NBA de 1988 y 1989, los entrenadores competían no solo en estrategia, sino también en elegancia. Pat Riley, entonces entrenador de Los Angeles Lakers, era conocido por sus trajes y su presencia en revistas de moda. Por su parte, Chuck Daly, al frente de los Detroit Pistons, se ganó el apodo de “Daddy Rich” por su colección de más de cien trajes.
Aquella época, en la que la vestimenta de los entrenadores era tan comentada como el desempeño de sus equipos, ha quedado atrás.
Hoy, la realidad es distinta. En la serie entre Pacers y Thunder, tanto Rick Carlisle como Mark Daigneault y sus asistentes han optado por quarter-zips y pantalones. Esta elección se ha vuelto la norma desde la temporada 2020, cuando la NBA creó una “burbuja” en Disney World, Florida, en respuesta a la pandemia.
De acuerdo con The New York Times, este cambio visual en los banquillos no solo se ha consolidado, sino que parece irreversible al menos en el corto plazo.
El origen del cambio: la burbuja de 2020 y la búsqueda de comodidad
La pandemia de COVID-19 obligó a la NBA a revisar muchos protocolos, incluido el código de vestimenta. En el verano de 2020, el calor y la humedad de Florida llevaron a la liga a flexibilizar las normas, permitiendo atuendos más cómodos para quienes debían desplazarse entre autobuses y canchas.
Byron Spruell, presidente de operaciones de la NBA, explicó a The Athletic que esta modificación surgió como respuesta práctica a las condiciones excepcionales de la burbuja.
Con el tiempo, la liga, en consulta con la Asociación Nacional de Entrenadores de Baloncesto (NBCA), decidió mantener el código relajado. Spruell detalló a The New York Times que esta continuidad responde a la preferencia de los entrenadores por la comodidad, la facilidad al empacar durante los viajes y la uniformidad que proporcionan las prendas emitidas por los equipos.
“Nos sentimos bien con ello todavía. Nunca digas ‘nunca’ sobre si podríamos volver a un look completamente formal, pero ahora mismo los entrenadores pueden elegir. El código modificado permite tanto la vestimenta casual como la formal”, afirmó.