Redacción
Con una noche inspirada de Julian Strawther, más la habitual tarea magistral de sus estrellas, los Denver Nuggets vencieron a Oklahoma City Thunder por 119-107 y forzaron un séptimo partido, en OKC, el próximo domingo.
La localía podría ser decisiva para Oklahoma City pero, en contraste, Denver contará con una enorme ventaja que no puede menospreciarse: la experiencia de su roster en esa clase de definiciones, a diferencia de un rival totalmente falto de roce en partidos de ese tipo.
El primer dato a mencionar es que ningún jugador de OKC ganó un séptimo partido en su carrera. Y de hecho, solo dos de ellos siquiera disputaron un Game 7. Shai Gilgeous-Alexander perdió con este mismo equipo ante Houston en 2020, mientras que Isaiah Hartenstein cayó, con los Knicks, ante Indiana en los Playoffs pasados.
Del otro lado, el escenario es opuesto. Sin siquiera contar a un jugador que no ve minutos como DeAndre Jordan, los Nuggets suman nada menos que 19 séptimos partidos ganados.
Jamal Murray, Nikola Jokic y Russell Westbrook suman cuatro triunfos en partidos siete. Michael Porter Jr., tres victorias. Mientras que Aaron Gordon, Christian Braun, Peyton Watson y Julian Strawther ya ganaron uno cada uno -el de esta misma postemporada, sobre los LA Clippers-.
Lo de Westbrook es particularmente destacado en cuanto a eficacia, con récord de 4-1 en esa clase de duelos. Y ahora, tendrá la oportunidad de ampliar ese registro en el estadio en el que supo brillar durante años.
Claro que Denver no es infalible en estas definiciones. Sin ir más lejos, cayeron en un séptimo partido en casa en 2024, ante Minnesota, para despedirse de aquella campaña. Pero la diferencia de experiencia, incluyendo ese 19 a 0 en cuanto a triunfos en esos juegos, no deja de ser un punto que los Nuggets intentarán usar en su favor, ante una plantilla con tanto talento como juventud.
