En Marruecos, la FIFA estableció un nuevo Récord Guinness al reunir a 69 empleados de igual número de países que jugaron juntos en un mismo partido, cada uno participando al menos diez minutos.
El evento, que incluyó constantes rotaciones de hombres y mujeres en el campo, buscó reflejar el espíritu inclusivo del futbol, un deporte que trasciende fronteras. Los pasaportes de los jugadores se alinearon en la mesa del árbitro como símbolo de diversidad y unidad.
Con esta marca, la FIFA superó el récord anterior de 2019, establecido por el grupo británico Equal Playing Field. El partido se realizó en Rabat, donde la organización también avanza en la creación de un nuevo centro regional de cara a la Copa del Mundo 2030, que será coorganizada por España, Portugal y Marruecos. La nación africana ha renovado estadios y ampliado infraestructura de transporte y hospedaje en preparación para el torneo.
