
El veterano programador japonés Koji Sugimoto, reconocido por su trabajo en títulos icónicos como Final Fantasy X y Xenogears, expresó su desconcierto ante la creciente tendencia de replicar los errores gráficos de los videojuegos de los años 90.
En respuesta a una publicación de Unity Japan que celebraba una herramienta para recrear la distorsión visual de la PS1, Sugimoto recordó que en su época estos fallos —como el texture warping o el affine texture mapping— eran el enemigo, y que su equipo dedicó incontables horas para evitarlos. “En su momento, hicimos esfuerzos inútiles y agotadores para evitar la distorsión de texturas, solo para que hoy digan que es ‘encantador’”, escribió.
Estos defectos, provocados por limitaciones técnicas como la ausencia de Z-buffer en la consola, generaban superficies deformadas y temblores de píxeles. Hoy, muchos desarrolladores independientes los reproducen intencionalmente como parte de una estética retro que apela a la nostalgia de la primera PlayStation.
Para Sugimoto, sin embargo, se trata de una derrota técnica convertida en moda. Su postura evidencia la brecha generacional en la industria: lo que antes fue un obstáculo, hoy es un sello buscado.