Redacción
Sota Fujimori es el niño de 10 años más afortunado de Japón.
Sentado en el jardín central derecho el miércoles por la noche en el Tokyo Dome, vio cómo el jonrón de Shohei Ohtani en la quinta entrada caía de las manos de otro aficionado cercano y volvía al campo.
Parecía mala suerte.
«Al principio pensé que había fallado», dijo, y después concedió una entrevista en japonés para explicárselo a un pequeño grupo de periodistas.
El jardinero central de los Chicago Cubs, Pete Crow-Armstrong, hizo su noche, lanzando la pelota de vuelta a las gradas.
EL joven Sota la recuperó mientras los árbitros revisaban la jugada para asegurarse de que la pelota había pasado el muro y Ohtani conseguía su primer jonrón de la temporada.
Los Angeles Dodgers derrotaron a los Chicago Cubs por 6-3, completando así la noche de Sota. Dijo que era la primera vez que veía a Ohtani en persona. Los Dodgers también ganaron el martes por 4-1 y barrieron la serie de dos partidos en Tokio para abrir la temporada regular de la MLB.
Sota es de Saitama, al norte de Tokio. Llevaba una camiseta azul de los Dodgers y un guante de béisbol en la mano derecha, y sacó la pelota de recuerdo de una pequeña mochila para mostrarla.
Parecía asombrado, pero encantado.
Crow-Armstrong confirmó durante una entrevista posterior al partido que lanzó la pelota de Ohtani a la multitud. Aunque pensó que la decisión del home run era cuestionable, se alegró de que la pelota acabara en manos del niño.
«Por supuesto que me alegro», dijo Crow-Armstrong.
Sus padres pidieron que no se fotografiara la cara de su hijo, y se mostraron reacios a dar muchos más detalles. Pero las fotos de la pelota estaban bien.
Sota dijo a los periodistas que también es jardinero y que está en cuarto curso.
«Me quedé muy sorprendido», dijo. «No me lo podía creer. Voy a guardarlo como un tesoro de la familia».
