
Redacción
importante como la técnica está la toma de decisiones en el golf. Seve en eso era un maestro que rompía el molde siempre con tal de cobrar ventaja. Jake Knapp, de 30 años, de Costa Mesa, al sur de Los Ángeles, estaba siendo el jugador de la semana en el Cognizant Classic, el Honda Classic de toda la vida, que ha cambiado de patrocinador tras el adiós de la firma automovilística y la llegada de la tecnológica.
Había tirado 59 golpes el jueves, uno de los 15 jugadores en la historia del PGA Tour que ha conseguido romper la barrera de los 60, y había liderado el torneo hasta el domingo. Y hasta el hoyo 10 de la jornada final en el National de Palm Beach Garden, el inicio del swing de Florida y que desembocará el siguiente mes en el Masters de Augusta.
Sin fisuras, Knapp estaba jugando especialmente brillante con los golpes a green y parecía bien enfocado para sumar al Abierto de México 2024 su segunda victoria en el circuito. Sin embargo, se le cruzó el hoyo 11 en un momento donde encadenó malas decisiones.
Tenía 131 metros a la bandera de un green defendido por un lago y apuró tanto el palo que la bola no llegó a coronar del todo con el segundo golpe desde la calle. Cayó a la orilla, aunque con agua. Se descalzó del zapato derecho y con un pie en el estanque, metió el wedge y la bola salió con poco vuelo. Tan poco que cuando aterrizó en la ladera volvió al lago.
El californiano se obcecó en ese mismo golpe y el cuarto, pegado desde el agua con media bola ya a la vista, apenas avanzó un metro para enredarse en el rough y evitar que cayera de nuevo. Con el quinto por fin alcanzó el green y falló el putt. Un siete a sus posibilidades.
El error de bulto potenció las opciones de Joe Highsmith, que con cuatro birdies en cinco hoyos, entre el 9 y el 13, le había dado caza instantes antes. Repitió el 64 del sábado, con siete birdies y sin errores, y fue suficiente para, a los 24 años, conseguir el primer título de su carrera. Ya había emitido señales el año pasado cuando se puso de líder en Puerto Rico después de los dos primeros días y acabó sexto. Ahora alcanzó la gloria. Con la ayuda de Knapp, que terminó cediendo por cuatro golpes, pues, atenazado, ya sólo firmó pares hasta el final.