Redacción
El gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó una ley que, a partir del 1 de septiembre, prohíbe a individuos, empresas y gobiernos de China, Irán, Corea del Norte y Rusia adquirir propiedades en el estado.
La medida exceptúa a ciudadanos y residentes permanentes legales de Estados Unidos, así como a aquellos con visados válidos que compren una vivienda como su residencia principal.
Abbott ha declarado que la ley busca prevenir que estas naciones extranjeras hostiles obtengan tierras en Texas, citando preocupaciones de seguridad nacional y el respaldo del sector conservador.
La legislación abarca desde terrenos agrícolas hasta propiedades comerciales e industriales, residencias y terrenos para minería o extracción de agua.
