
Guillermo Ochoa vive uno de los momentos más complejos de su carrera. El AVS Futebol SAD, club portugués al que llegó recientemente como refuerzo estelar, logró mantenerse en la Primeira Liga tras vencer al Vizela con un global de 5-2 en la serie de repechaje por la permanencia. Sin embargo, el arquero mexicano fue completamente marginado: no sólo no jugó, sino que ni siquiera fue convocado para estos encuentros decisivos, siendo enviado directamente a la tribuna.
La exclusión de Ochoa no terminó ahí. Durante los festejos oficiales del club tras consumar la permanencia, su imagen brilló por su ausencia. Las redes sociales del equipo evitaron incluirlo en las fotos o videos de celebración, un gesto que alimenta las especulaciones sobre su inminente salida del club.
El técnico José Mota decidió prescindir del veterano guardameta de 39 años, una decisión que no pasó desapercibida, especialmente luego de que las actuaciones de Ochoa durante la temporada fueran severamente criticadas por parte de la afición y la prensa local. Su bajo rendimiento habría sido determinante para quitarle la titularidad en la recta final de la campaña.
Ochoa, que mantiene el sueño de disputar su sexto Mundial con la Selección Mexicana en 2026, atraviesa una etapa cuesta arriba en Europa. Tras su paso por Salernitana en la Serie A, su llegada a Portugal parecía abrir una nueva oportunidad; sin embargo, el presente indica que su continuidad con el AVS está más que en duda.
El futuro del guardameta sigue en el aire, pero su ausencia en los momentos clave del equipo sugiere que su ciclo con el club portugués podría cerrarse más pronto de lo esperado.