
Redacción
Inglaterra dejó mucho que desear en su empate 1-1 con Dinamarca el jueves, a pesar de que prácticamente aseguró su paso a los octavos de final del Campeonato Europeo.
Harry Kane adelantó rápidamente a los ingleses en la Euro 2024 con un gol a los 18 minutos, pero el capitán fue sustituido en el descanso y el equipo se desmoronó. El entrenador Gareth Southgate decidió hacer un triple cambio de delanteros a 25 minutos del final.
Dinamarca igualó el marcador a los 34 minutos cuando Morten Hjulmand disparó un potente tiro raso desde fuera del área, tras un error de Kane.
Los daneses dominaron a Inglaterra en la segunda mitad, atacándolos constantemente hasta el punto en que los nerviosos aficionados ingleses comenzaron a abuchear cerca del final.
Inglaterra acumula cuatro puntos en dos partidos, después de vencer 1-0 a Serbia en su primer encuentro. Este puntaje suele ser suficiente para avanzar en el torneo de 24 selecciones.
Sin embargo, Inglaterra podría terminar en cualquier lugar entre el primero y el tercero del Grupo C, dependiendo del resultado del próximo martes contra Eslovenia, que sigue invicta en el torneo.
Southgate defendió a sus jugadores de lo que consideró críticas injustas tras la victoria ante Serbia, donde el equipo perdió el control tras el gol de Jude Bellingham.
Bellingham fue sustituido el jueves, y Southgate decidió reemplazar a su trío estelar de delanteros compuesto por Kane, Phil Foden y Bukayo Saka de una sola vez. Jarrod Bowen, Eberechi Eze y Ollie Watkins entraron, y en menos de dos minutos Watkins casi marca un gol.
Pero Southgate se mostró visiblemente frustrado a los 85 minutos, después de que Inglaterra perdió el balón y concedió varias oportunidades a los daneses.
El entrenador comenzó a gritarles a sus jugadores y se señaló la sien con dos dedos, como indicándoles que pensaran.
Eslovenia empató 1-1 con Serbia unas horas antes, cuatro días después de obtener el mismo resultado ante Dinamarca. Serbios y daneses se enfrentarán el martes.
El partido contó con la presencia de la realeza de ambos países. Asistieron el rey de Dinamarca, Frederik X, y el Príncipe William, futuro rey de Inglaterra.